El debate sobre el cambio climático está teniendo efectos en las costumbres y hábitos de los consumidores de todo el mundo: un 48% dice estar muy o bastante de acuerdo con que ya ha influido en su forma de elegir comidas y alimentos; frente al 18% que dice no estar influenciado por este tema.
Estos datos difieren dependiendo del lugar donde se pregunten. Así, mientras en Norteamérica sólo un 26% declara tenerlo en cuenta, en Europa dice haber cambiado sus hábitos un 36%; y en Latinoamérica y Asia Pacífico el 63%, según un estudio elaborado por la consultora Nielsen.
El 47% de los consumidores piensa que la información que aparece en los envases de comida y alimentos es suficiente para saber lo que conviene comprar para que no perjudique al medio ambiente, por un 23% que no opina así.
Sobre los fabricantes y elaboradores de alimentos, el 76% de los participantes en el estudio preocupados por el medio ambiente señalan que es muy o bastante importante que los alimentos sean elaborados utilizando prácticas éticas, frente al 2% que no lo consideran importante. El porcentaje es menor en Europa, con un 71%, y Norteamérica, con el 70%; mientras se eleva hasta el 92% en Latinoamérica y al 79% en Asia Pacífico.
Un 84% opina que los materiales vegetales no son dañinos para el medio ambiente y un 65% considera muy o bastante importante que los fabricantes de alimentos participen en causas sociales, si bien en Europa el porcentaje se reduce al 57%.