Muchas empresas de alimentación y bebidas estamos pasando a limpio y poniendo en práctica los grandes acuerdos medioambientales internacionales que se firmaron a finales de 2015. En especial, empezamos a plantear respuestas concretas a los acuerdos contenidos en la Cumbre del Clima de París y en el Plan de Acción de la Unión Europea en materia de Economía Circular, sin duda los dos grandes ejes de desarrollo social y climático para los próximos 25 años.
A estas alturas, nadie duda de la apremiante necesidad de revertir el cambio climático. En París, 187 países se comprometieron a tomar medidas correctoras a partir de 2020. Ese acuerdo del clima no será suficiente por sí mismo, pero al menos supone un estimulante punto de partida y el arranque de una nueva sensibilidad ambiental.
De hecho, ese mayor compromiso con el medio ambiente puede verse multiplicado por lo que se ha dado en llamar economía circular. En realidad, con ese término nos referimos a un nuevo modelo productivo, donde se abandona por insostenible el hábito de usar y tirar, y se sustituye por un amplio compromiso social para reciclar el mayor número posible de veces los recursos y materiales que producimos.
La economía circular no es solo un compromiso voluntarista de los ciudadanos, porque desde el 2 de diciembre también es un plan de acción de la Comisión Europea. Cuenta con una dotación presupuestaria de 650 millones de euros dentro del programa europeo Horizonte 2020, a los que se añaden 5.500 millones de euros más de los Fondos Estructurales para la gestión de residuos.
Por si fuera poco, apostar por la economía circular va a ser una importante fuente de riqueza y de desarrollo económico. La Ellen MacArthur Foundation, pionera en definir y apoyar este modelo sostenible, ha evaluado en unos 380.000 millones de dólares anuales los ahorros implícitos en la transición mundial desde la economía lineal hacia la circular. En un escenario ya consolidado, la cifra de ahorros podría elevarse hasta unos 680.000 millones de dólares al año.
Para las empresas que nos dedicamos a la alimentación y bebidas, apoyar esos ahorros va a ser nuestra principal aportación al sostenimiento medioambiental a medio y largo plazo. Nuestro sector resulta clave para avanzar en economía circular. El propio programa europeo centra la circularidad en la producción, consumo, gestión y reciclado de residuos (las denominadas materias primas secundarias). En esos cuatro ámbitos de actuación las empresas de nuestro sector podemos realizar una gran labor, y en ello estamos.
En el caso de Calidad Pascual, intentamos ser especialmente aplicados en las áreas que la Comisión Europea ha definido como estratégicas. Por ejemplo, a la hora de prevenir la generación de residuos y de desperdicios alimentarios, o de avanzar en estrategias comunes sobre plásticos y en el combate del littering o abandono de residuos.
Hemos establecido acciones concretas para reducir el desperdicio alimentario en cada etapa de la cadena; desde el aprovisionamiento a la concienciación pasando por la producción, distribución, comercialización y donación de alimentos. Promovemos además la sensibilización en redes sociales a través del Movimiento RAP (Reduce, Ahorra, Protege). Asimismo, hemos sido pioneros en implementar un plan de movilidad sostenible, extendiendo nuestro compromiso a la cadena de proveedores y colaborando en esta tarea con los cascos históricos de las principales ciudades.
Ese compromiso, compartido con el conjunto de empresas sectoriales, cristaliza hoy y mañana en el Envifood Meeting Point, el mayor punto de encuentro de toda nuestra industria. Organizado por la Federación Española de Industrias de la Alimentación y Bebidas, los asociados pondremos en común nuestra experiencia e intentaremos homologar las mejores prácticas medioambientales disponibles en cada fase de la cadena alimentaria.
Además, en esta edición se incluye un innovador espacio de networking, en el que también colaboran Administraciones Públicas y diversos expertos en medio ambiente, así como una galería de innovación, donde se expondrán varios casos concretos especialmente ilusionantes. En definitiva, la cita servirá para ratificar el compromiso de todos con el medio ambiente, la sostenibilidad y la eficiencia desde el campo hasta la mesa, porque con cada residuo bien aprovechado o reciclado estamos consiguiendo un medioambiente mejor.
Francisco Hevia, director de Responsabilidad Corporativa y Comunicación de Calidad Pascual