El ministro de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Miguel Arias Cañete, ha subrayado el “papel relevante” de España en el sector de la carne de ave, con una producción de 1,3 millones de toneladas en 2012, de las que más del 90% corresponden a la carne de pollo. Según ha indicado, “somos el segundo país productor a nivel europeo y el valor de la producción final de aves supera los 2.550 millones de euros”.
Arias Cañete también ha destacado la “amplia y fructífera trayectoria” de la Asociación Europea de Procesadores y Comerciantes de Ave (AVEC), en defensa de los intereses de la industria europea de la carne de ave, sector que tiene una facturación de 107.000 millones de euros y emplea a 673.000 trabajadores en toda Europa, con una producción que coloca a la Unión Europea en el 4º puesto en el mundo. Además, la industria avícola consume alrededor del 20% de la producción total de cereales de la UE para la alimentación de aves de corral.
“La continuidad del éxito del sector avícola está basada en su voluntad de trabajar en conjunto, toda la cadena, innovando en técnicas y productos, y anticipando los cambios que experimentan las demandas de los consumidores”, explica el ministro.
Este sector es muy sensible a cualquier noticia relativa a la inocuidad alimentaria de sus producciones. Para afrontar los problemas en esta materia, Arias Cañete considera necesario “adoptar todas las medidas preventivas posibles y realizar los estudios científicos necesarios para superarlos”.
Asimismo, el ministro ha subrayado la importancia de avanzar en el bienestar de los animales en la explotación, en el transporte y en el sacrificio, para lo que se requiere un nivel de formación alto de los profesionales dedicados a estas tareas.
Por otro lado, Arias Cañete ha animado a este sector, “que se ha caracterizado históricamente por su alta capacidad para reinventarse y adaptarse al paso de los tiempos, a afrontar el reto de mantener la competitividad, en un contexto de alza de los costes de producción y una competencia cada vez mayor”.
En este sentido, el ministro se ha mostrado de acuerdo con la estrategia competitiva que presenta la Unión Europea, “que pasa por apostar por unas características productivas propias, ajustadas a las demandas actuales de los consumidores, en cuestiones tan relevantes como la inocuidad alimentaria, la sanidad y bienestar animal, y el respeto al medio ambiente”, ha recalcado.