La Asociación de Productores de Frutas y Hortalizas de Val Venosta ha decidido implantar una serie de directrices con el fin de fomentar la producción sostenible de sus productos. Su objetivo más inmediato es el uso de materiales y envasados ecológicos. Su filosofía se basa en la de las 5R. Es decir, Retirar, Reducir, Reutilizar y Reciclar, fomentando así la economía circular.
La compañía tiene la intención de seguir desarrollando soluciones alternativas que sean óptimas para la vida útil de la manzana y que, al mismo tiempo, puedan aplicarse eficazmente durante todas las fases de la producción. Además, la empresa presta especial atención al modo en que se utilizan las materias primas disponibles a largo plazo.
Al respecto, el director de productos de VIP, Stephan Gorfer, comenta que «este es el comienzo de un viaje para guiar nuestras futuras elecciones, que esperamos que también influya e inspire a nuestros socios de distribución para mejorar la sostenibilidad real de los envases. Estamos en el buen camino, pero sabemos que tenemos amplios márgenes de crecimiento».
Y subraya que nuestro objetivo “es seguir mejorando y no dejar de hacerlo nunca”. De hecho, VIP está trabajando actualmente con proveedores seleccionados para encontrar sustitutos de las películas de plástico utilizadas en los cartones, así como alternativas innovadoras, sostenibles y atractivas para los envases más pequeños.
Desgraciadamente, hay que destacar la reciente explosión de precios de las materias primas y su difícil disponibilidad se ha convertido en un factor importante en el debate sobre los envases y la sostenibilidad. No sólo se han disparado los precios del papel, el cartón, la madera y los plásticos, sino que los larguísimos plazos de entrega y la falta de seguridad en el suministro dificultan el desarrollo de determinadas medidas de economía circular.
Lo mismo ocurre con los materiales procedentes de fuentes renovables y con los materiales innovadores, como los bioplásticos de la caña de azúcar, lo que dificulta mucho la planificación. “El impacto del coste del envase debe estar relacionado con el valor real del producto, y en este momento hay una verdadera dificultad para sacar al mercado ideas que se ajusten a un rango de precios que los consumidores puedan entender”, declara Stephan Gorfer.
A pesar de las dificultades, Val Venosta continúa con su compromiso importante para el futuro de todos y del medioambiente.