El presidente del Consejo Regulador de las IGPs de Carne de Vacuno de Galicia, Jesús González Vázquez, asegura que “a pesar de ser un año difícil para todos, ha terminado con cifras positivas”. En concreto, la IGP Ternera Gallega ha comercializado 22.562 toneladas de producto en 2020, lo que supone un incremento del 6% con respecto al año anterior.
Así, durante la presentación de las principales cifras de las IGP Ternera Gallega e IGP Vaca Gallega/Buey Gallego, González señaló que se han comercializado 1,3 millones más de kilogramos, especialmente en los supermercados.
“La gran apuesta de la distribución y de los consumidores por la carne gallega ha permitido terminar un año difícil con resultados positivos”, señala el presidente, que ha augurado una “recuperación significativa del mercado”.
Además, los tres primeros meses de 2021 recogen cifras similares de crecimiento a las del año anterior, en torno al 5%, “aunque el año es muy largo y se pueden producir circunstancias muy diferentes”, como ha ocurrido en 2020.
En términos de valor, la IGP ha experimentado un incremento del 2,4%, alcanzando una cifra de negocio de 126 millones de euros, frente a los 123 millones de euros de 2019.
Los precios en origen han bajado significativamente, con mermas que oscilan hasta los 50 céntimos el kilogramo por canal, en los meses de abril, mayo y junio. A partir de julio hubo una ligera mejoría, pero no llegaron a recuperarse los precios.
En el sector de carne de vacuno en España, Ternera Gallega se mantuvo como la Denominación de referencia, con el 55% de la carne comercializada con IGP. Como consecuencia de la pandemia y el gusto por lo local, las ventas de la IGP repuntaron en Galicia, con el 50% de las ventas.
La IGP exporta un 3% de su producción, siendo Alemania el principal país receptor de este tipo de carne, seguido de Portugal y Andorra. Para 2021, el Consejo Regulador se ha propuesto como reto continuar su plan de internacionalización para consolidar su posición en Alemania y abrir nuevos mercados en Europa.
En el caso de la IGP Vaca Gallega/Buey Gallego se produjo un estancamiento de su actividad, que debe contextualizarse en el marco de la situación vivida por la pandemia, ya que la carne de vacuno mayor resultó muy afectada por el cierre de la restauración y la hostelería.
Bienestar animal
Además de los datos económicos, las IGPs de Carne de Vacuno de Galicia han presentado el certificado de Bienestar Animal Ternera Gallega, “una iniciativa fundamental tanto para los productores como la distribución y los consumidores”, asegura González.
Así, tras un año de trabajo, el Consejo Regulador ha presentado este sello que llegará al mercado este mes de abril con un etiquetado diferente para que sea diferenciado por el consumidor en los supermercados.
El objetivo de este sello es cumplir la normativa vigente de bienestar animal, con un mayor grado de exigencia. Además, se pretende dar respuesta a las cada vez mayores demandas de la distribución y los consumidores, al mismo tiempo que adaptan la producción ganadera a las directrices de la Unión Europea y de la PAC nacional.
“Queremos que todas las explotaciones de la IGP se adhieran a este sello, a un coste asumible por todos los ganaderos, tanto los de explotaciones grandes como pequeñas”, comenta el presidente del Consejo Regulador.
González asegura que se trata de un “proyecto en el que el Consejo Regulador ha dedicado un gran esfuerzo y en el que vamos a estar muy volcados para que se consolide y tener, así, una extensa presencia en el mercado”.