Supermercados masymas reafirma su compromiso con la sostenibilidad al integrarse como socio activo en el proyecto europeo SPRINT, una iniciativa que busca reducir el desperdicio alimentario mediante soluciones tecnológicas y estrategias basadas en evidencia.
El proyecto ha sido presentado oficialmente en Asturias durante un evento que reunió a los distintos socios para compartir sus políticas y herramientas enfocadas en reducir las más de 159 millones de toneladas de alimentos al año, unos 130 kg por persona.
En representación de Hijos de Luis Rodriguez participaron Romina Fernández, técnica de gestión interna y salud laboral, y Javier Moreno, técnico de aprovisionamiento del departamento de logística. Ambos destacaron datos clave sobre el desperdicio alimentario en la empresa que ascienden a siete toneladas semanales, principalmente productos frescos, lo que supone un coste asociado de 1,9 millones de euros anuales.
Para abordar este problema, la empresa ha implementado un plan integral que incluye:
-Planning Studio. Una herramienta basada en inteligencia artificial que predice la demanda por producto y tienda. Así se consigue enviar a las tiendas el producto ajustado a demanda y caducidad lo que reduce significativamente las mermas. Según Javier Moreno, desde la implementación de esta herramienta se ha reducido el desperdicio en un 30%.
-Colaboración con Too Good To Go. Supermercados masymas fue la primera cadena asturiana en sumarse a esta aplicación para reducir el desperdicio. Desde 2019 la empresa ha salvado más de 145.000 packs de comida. En masymas se ofrecen a diario packs de un valor de 12 euros a 3,99 euros.
-Descuentos en productos con fecha próxima de consumo preferente, identificados en sus lineales con pegatinas distintivas del 25% de descuento.
-Donación de excedentes al Banco de Alimentos y otras entidades solidarias.
Estas iniciativas reflejan el compromiso continuo de masymas con la sostenibilidad, manteniendo el foco en una de las principales causas de pérdida económica y de impacto ambiental en el sector.
Con una duración de dos años, el proyecto SPRINT, se centra en analizar y desarrollar estrategias efectivas para reducir el desperdicio en tres contextos piloto: hogares, supermercados y restaurantes de hoteles. En este marco, masymas actúa como un actor clave, conectando con el consumidor final para estudiar sus hábitos de consumo y probar soluciones tecnológicas innovadoras en sus establecimientos. Este proyecto ha sido financiado por el programa Single Market Program de la Comisión Europea y está dotado con presupuesto superior al medio millón de euros.
El evento de presentación, celebrado en el edificio del Real Instituto de Estudios Asturianos, contó con la participación de los socios del proyecto: Innovasturias y ASINCAR como coordinadores; CREDA, responsable de recogida y análisis de datos; ABAMOBILE y CIS Robotics, encargados del desarrollo de herramientas tecnológicas; y masymas y ARTIEM, que representan la conexión con el consumidor final. Durante la jornada, se realizaron dinámicas participativas y presentaciones de iniciativas y avances que subrayaron la importancia de la colaboración global para combatir el desperdicio alimentario.