Ante la medida anunciada por la Generalitat Valenciana de prohibir la venta de bebidas alcohólicas a partir de las 20 horas, la Asociación Nacional de Grandes Establecimientos de Distribución (ANGED), la Confederació d’Empresaris del Comerç, Servicis i Autònoms de la Comunitat Valenciana (Confecomerç), la Asociación de Cadenas Españolas de Supermercados (ACES) y la Asociación de Supermercados de la Comunitat Valenciana han mostrado su rechazo.
El objetivo de esta medida es evitar el consumo en la calle y “reforzar el respeto a las limitaciones y las medidas de prevención” impuestas para el control de la pandemia del coronavirus, aseguran desde la Generalitat. Sin embargo, las asociaciones de la distribución explican que se trata de “una medida que no va a evitar el consumo de alcohol en la vía pública como se pretende”. De hecho, así ha ocurrido en otras CCAA donde se adoptó este tipo de medida, ocasionando más trastornos a las personas consumidoras en general que a la mínima franja de población a la que se quiere dirigir.
Además, se trata de una medida que puede conllevar aglomeraciones de consumidores en los establecimientos de comercio esencial en un horario anterior a las ocho de la tarde, incluso con picos previsibles antes de dicha hora en la que se prohíba la venta de bebidas alcohólicas, con el riesgo que ello supone, por cuanto implicará tener que acudir a los mismos antes de esta hora u obligar a desdoblar la compra, dado que la cesta de la compra es completa y la bodega y bebidas alcohólicas están incluidas en la misma, sin que sea habitual su separación.
Desde las asociaciones de supermercados se indica, también, que generará una gran inseguridad y complicará las labores de control, además de generar confusión en la ciudadanía, perjuicio al consumidor y malestar entre empleados y clientes de supermercados, grandes establecimientos y pequeños comercios.
Por otra parte, se alude al grado de responsabilidad para los empleados del comercio, ya que esta medida puede provocar situaciones de tensión con clientes que insistan en llevarse este tipo de productos, tales como cervezas o botellas de vino o sidra fuera de hora.
La actual prohibición de la venta de alcohol a las 22 horas implica un margen suficiente para desincentivar la compra y el consumo de bebidas alcohólicas en la calle, siendo más efectivo el toque de queda que se pretende establecer a partir de la 1:00 en municipios con índices de contagios muy altos.
“Se trata de una medida injustificada, toda vez que no existe una relación entre el horario de venta de bebidas alcohólicas y la incidencia de la pandemia. Es una medida desproporcionada y discriminatoria respecto a otros sectores. Conlleva un importante perjuicio económico y un alto coste operativo a las empresas”, explican desde los supermercados.