El Live Shopping es un modelo de negocio que se adapta a las nuevas demandas de los consumidores. Ya se ha convertido en una de las alternativas que los comercios están desarrollando, o deberán desarrollar en un futuro no muy lejano, para adaptarse a estas nuevas tendencias.
“En los últimos años se ha profundizado en los cambios de hábitos de consumo, enfatizando en el comercio electrónico y en la utilización de dispositivos y plataformas como los teléfonos inteligentes y las redes sociales. Pero, recientemente, el entretenimiento ha jugado un papel especial en el consumo: los consumidores buscan una experiencia que les provoque emociones, sensaciones y experiencias conmovedoras”, destaca Sipay.
Un estudio de la consultora Pwc puntualiza que, para el 73% de los consumidores, la experiencia con la marca es un factor decisivo en la compra. Por este motivo, las empresas se han volcado en ofrecer no sólo buenos productos, sino buenos servicios que impacten a los consumidores de tal forma que, las marcas, se posicionen en el top of mind de los usuarios.
Para alcanzar estas posiciones, este nuevo concepto de compra, que consiste en la promoción online de productos a través de retransmisiones en vivo, presenta las siguientes ventajas:
-Permite que los usuarios puedan valorar el producto en directo, hecho que, para los más reticentes a comprar online por el miedo al resultado final de la adquisición, es una gran ventaja.
-Posibilita que los consumidores puedan adquirir productos desde cualquier lugar, sin necesidad de acudir a los entornos físicos, lo que aumenta la comodidad a la hora de realizar compras.
-Ofrece la posibilidad de que el usuario reciba una atención personalizada, pudiendo resolver sus dudas en el instante en el que las cuestione.
Todas estas experiencias deben ir de la mano de un proceso de pago personalizado, online, rápido y seguro. Si los comercios disponen de un canal en el que poder ofrecer las ventajas citadas anteriormente, pero no pueden ofrecer un proceso de checkout con las características que demandan los consumidores, los clientes no llegarán a realizar sus ventas y, en consecuencia, los comercios no lograrán sus objetivos, señala Sipay.