El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas ha participado este lunes en la inauguración de la IV Barcelona Wine Week (BWW), un “salón de referencia” para la promoción exterior de los vinos de España, donde ha subrayado la gran profesionalidad del sector vitivinícola, que aúna innovación y progreso para presentar en los mercados internacionales unos vinos de gran calidad, que representan, “lo mejor de España y lo mejor del mundo”.
Para el ministro, la presencia en esta feria de alrededor de un millar de bodegas, de 73 denominaciones de origen que representan la calidad diferenciada de los vinos españoles, “es una buena muestra de lo que el sector es capaz de hacer de cara al futuro”.
Además de destacar la presencia de grandes y reputadas bodegas, Planas ha valorado la pujanza de los jóvenes productores, que presentan proyectos novedosos para la elaboración de vinos “atractivos y particulares”, acordes con los gustos de los nuevos consumidores.
En su intervención, el ministro ha tenido palabras de reconocimiento para Pau Roca, fallecido el pasado mes de diciembre, “a quien vamos a echar mucho de menos en esta edición de la Barcelona Wine Week”. Pau Roca fue director general de la Organización Internacional de la Viña y el Vino y, en su momento, secretario general de la Federación Española del Vino, “una persona imprescindible en el mundo del vino”.
Ha señalado el “carácter puntero” del sector vitivinícola español, en España y en el resto del mundo. Con unas 928.000 hectáreas, España es el primer viñedo del mundo, el tercer país productor de vino y el segundo país exportador en volumen y el tercero en valor, con presencia en 189 países.
Además, tiene un significativo carácter social, ya que el conjunto del sector genera y mantiene cerca de 430.000 puestos de trabajo directos e indirectos, con una facturación que supone el 2,2% del valor añadido bruto de España. A ello hay que añadir su valor cultural y patrimonial, “un segmento agrícola innovador, dinámico y puntero, clave de nuestra historia y de la cultura mediterránea”, ha recalcado.
También ha indicado que este sector se encuentra inmerso en un importante proceso de renovación y modernización, para aumentar su competitividad en el mercado, generar una viticultura más sostenible y abordar con éxito las nuevas tendencias de consumo. Para el ministro, la preocupación del sector por incorporar la innovación para una producción más sostenible “es un poder transformador que va más allá del vino y de la agricultura”.
Para que el sector pueda afrontar con éxito estos retos, el ministro ha ofrecido el respaldo decidido del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, al objeto de que pueda disponer de las mejores herramientas en sus procesos de producción, transformación y comercialización.
Ha mencionado “el gran trabajo” de la Plataforma Tecnológica del Vino en sus actividades demostrativas, dentro del Paquete de digitalización del ministerio y en cuyo marco se ha impulsado la creación de la Escuela de innovación del vino. Todo ello con el objetivo de lograr “una viticultura más competitiva que promueva variedades, técnicas de cultivo y procesos de producción más sostenibles”.