Los negociadores del Parlamento Europeo y del Consejo alcanzaron este martes un acuerdo político provisional sobre normas actualizadas en cuanto a la composición, denominación, etiquetado y presentación de determinados productos alimenticios para el desayuno, entre ellos la miel, los zumos y las mermeladas.
Se sospecha que una gran parte de la miel importada de países no pertenecientes a la UE está adulterada con azúcar y no se detecta en el mercado de la UE. Para contrarrestar este fraude e informar mejor a los consumidores, los negociadores acordaron hacer obligatorio indicar claramente en el mismo campo visual que el nombre del producto, los países de donde proviene la miel en lugar de solo si proviene de la UE o no, como ocurre actualmente con las mezclas de miel. También se deberán indicar los porcentajes de miel procedentes al menos de los cuatro principales países de origen. Si ésta no representa más de la mitad del total de la miel, se deberán indicar los porcentajes para todos los países.
Tras realizar estudios de viabilidad, y para limitar aún más el fraude, la Comisión propondrá un código de identificación único o una técnica similar para poder rastrear la miel hasta los apicultores. También se acordó que debería crearse una plataforma de expertos de la UE para recopilar datos para mejorar los controles, detectar la adulteración en la miel y proporcionar recomendaciones para un sistema de trazabilidad de la UE que permita rastrear la miel hasta el productor o importador que la recolectó.
Para los zumos de frutas, confituras y mermeladas, la Comisión elaborará un informe evaluando la obligatoriedad del etiquetado sobre el país de origen de la fruta utilizada dentro de los 36 meses siguientes a la entrada en vigor de esta directiva, acompañado de una propuesta legislativa, si procede.
Para confituras y mermeladas, la regla general será que se deberán utilizar al menos 450 gramos de fruta para producir un kilogramo de confituras y mermeladas (500 gramos para “mermeladas extra” de alta calidad).
Sobre la base de la propuesta del Parlamento, también se acordó que se debería permitir la etiqueta «contiene sólo azúcares naturales» para los zumos de frutas. Además, para satisfacer la creciente demanda de productos bajos en azúcar, se acordó que los zumos de frutas reformulados podrán etiquetarse como «zumos de frutas reducidos en azúcar» si se han eliminado al menos el 30% de los azúcares naturales. Sin embargo, los productores no podrán utilizar edulcorantes para compensar el efecto de la reducción del azúcar en el sabor, la textura y la calidad del producto final.
Tras el acuerdo, el ponente Alexander Bernhuber (PPE, Austria) afirmó que “hoy es un buen día para un etiquetado más transparente. Me alegro especialmente de que hayamos tomado medidas para luchar contra el fraude con miel. En el futuro, las etiquetas frontales deberán indicar claramente los países de origen también de las mezclas de miel y se ha establecido la necesidad de un sistema de trazabilidad de la miel en la UE. Estas iniciativas informarán mejor a los consumidores, y tanto los apicultores como los consumidores estarán mejor protegidos contra la miel adulterada”.
El acuerdo aún debe ser adoptado por el Parlamento y el Consejo, después de lo cual la nueva ley se publicará en el Diario Oficial de la UE y entrará en vigor 20 días después. Los países de la UE deberán aplicar las nuevas normas dos años después de su entrada en vigor.