La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), organizaciones científicas como el Colegio de Dietistas y Nutricionistas de Cataluña (CODINUCAT), la Sociedad Catalana de alimentación y Dietética Clínica (SCADC), la Sociedad Científica Española de Dietética y Nutrición (SEDYN) y cuatro empresas de alimentación y distribución: Carretilla, Danone, Eroski y Nestlé, han enviado una carta al Ministro de Consumo, Alberto Garzón, para solicitar la implementación obligatoria del etiquetado Nutri-Score en el marco de la estrategia europea “De la granja a la mesa”.
Esta acción está en línea con la comunicación remitida a la Comisión Europea por la Organización Europea de Consumidores (BEUC) y 40 representantes del mundo académico, de salud pública y de la distribución y alimentación a finales del mes de abril en la que se destaca que el etiquetado nutricional Nutri-Score “es una herramienta fundamental para ayudar a los consumidores en la toma de decisiones de compra y alimentación más saludables”.
Según recuerda la OCU, el etiquetado nutricional ha sido identificado como “un instrumento clave para apoyar a los consumidores a tomar decisiones de compra más saludables de forma sencilla y objetiva. Las investigaciones han demostrado que Nutri-Score es actualmente el modelo de etiquetado que mejor funciona, ayudando a los consumidores a comparar la calidad nutricional de los alimentos y revirtiendo así en una mejor alimentación”.
Los firmantes de la carta lamentan en su escrito que según el documento de trabajo de la Comisión Europea «De la granja a la mesa», la propuesta sobre etiquetado nutricional no se llevará a cabo hasta 2023. Con un horizonte tan lejano, explican, no estaría garantizado que los diputados al Parlamento Europeo elegidos durante este mandato tengan la oportunidad de cerrar este expediente legislativo durante la presente legislatura. De ser así, la implementación solo sería efectiva a partir de 2028/2030, un plazo “excesivo” frente al problema de salud pública generado por la obesidad y el sobrepeso.
Las empresas y organizaciones que suscriben la carta solicitan al Ministro de Consumo que, como parte de la estrategia “De la granja a la mesa», la Comisión Europea, haga una propuesta legislativa sobre el etiquetado nutricional e imponga como obligatorio el Nutri-Score en toda la UE lo más rápido posible y destacan que “la pandemia de la Covid-19 ha puesto de manifiesto la importancia de impulsar políticas que permitan atacar la obesidad y los problemas relacionados con una mala alimentación de forma efectiva, ya que resultan factores de riesgo agravantes también frente a otras enfermedades”.
La actual legislación alimentaria europea solo permite la adopción de etiquetados complementarios de forma voluntaria, limitando su potencial como herramienta para ayudar a los consumidores a comparar la calidad nutricional de los alimentos. Francia aprobó oficialmente el sistema en 2017 y otros países como Bélgica, Alemania, los Países Bajos, Luxemburgo y Suiza también han reconocido la efectividad del Nutri-Score.
En España, como recuerdan en la carta, los beneficios del sistema Nutri-Score fueron reconocidos por el Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social cuando estaba al frente del mismo María Luisa Carcedo, durante la XII Convención NAOS en 2018.