“La eliminación del 100% del plástico en la gran distribución es muy complicado a día de hoy. Requeriría de mucha innovación en el sector del envase y de la distribución, y de cambios significativos en el modelo de consumo”, destaca Alejandro Martínez Berriochoa, director de Salud y Sostenibilidad de Eroski, que añade que “se están fijando objetivos ambiciosos en toda la cadena de valor”.
Berriochoa detalla en una entrevista que puede leer completa en la Revista Digital de Financial Food de Enero de 2020 la labor que está llevando la cooperativa vasca en el ámbito de la sostenibilidad y cuáles son los objetivos que se ha marcado en áreas como el desperdicio alimentario, la eliminación del plástico en los supermercados o el reciclaje.
Así, señala que “nosotros por ejemplo nos hemos comprometido a reducir al menos el 20% de las toneladas de plástico en 2025. Esto ya es un reto en sí mismo. Estamos reduciendo el sobreembalaje, potenciando la venta a granel, minimizando la cantidad de material utilizado y potenciando el uso de materiales con menor impacto ambiental y de fuentes renovables. Es importante que las elecciones de alternativas al plástico estén basadas en mejoras reales para el medio ambiente. Existe un problema de contaminación del medio natural por plásticos muy crítico, pero también vivimos en una emergencia climática”.
“Los pasos que debemos hacia la reducción del littering no pueden pasar por transferir el impacto ambiental a otra categoría de impacto, como el cambio climático, el consumo de agua o el uso de suelo. Y, para ello, es importante que toda la cadena de valor tenga una visión holística del problema. El tiempo dirá si ese análisis pasa por una eliminación completa de los plásticos o por su convivencia, de una manera más sostenible, con otras opciones”, añade.
Respecto a la búsqueda de envases y embalajes sostenibles, el director de Salud y Sostenibilidad de Eroski destaca que “mantenemos el compromiso de ecodiseñar el 100% de nuestros envases para 2025 con el fin de que sean 100% reciclables, eliminar el sobreenvasado y potenciar el uso de materiales reciclados y de origen renovable”.
“Nosotros apostamos por incorporar material reciclado en nuestros envases como motor para asegurar un verdadero modelo circular. Por ejemplo, hemos sustituido la bolsa de 15 usos de plástico de origen fósil por una bolsa de caja con más de un 55% de plástico reciclado; usamos bandejas de carne y pescado con más de un 80% de plástico reciclado, lo que nos permite evitar 45 toneladas de plástico de un solo uso al año; hemos sustituido las bandejas de bollería de envasado en tienda de poliestireno por PET 100% reciclado, lo que estimamos permitirá evitar el consumo de más de 250 toneladas de plástico virgen al año; y hemos incorporado un 30% PET reciclado en envases de zumos Eroski SeleQtia, y en las botellas de gazpacho y salmorejo Eroski, entre otras acciones”, explica Berriochoa.
“Pero también se debe avanzar en las tecnologías de separación y reciclaje de los envases para aumentar las tasas de reciclaje. Por ejemplo, existen tecnologías para el reciclaje de materiales multicapa pero no están implantadas de forma extendida en las plantas de reciclaje. Los centros tecnológicos, gestores de residuos o administraciones deben continuar trabajando por la innovación y la mejora continua de las plantas”, añade.