La Asociación de Naturalistas del Sureste (ANSE) ha presentado este jueves el proyecto para la “Recuperación de la biodiversidad acuática a través de la actividad salinera en las salinas de Marchamalo orientales”, que cuenta con la ayuda económica de la empresa agroalimentaria Nomen Foods, que ha aportado una donación de 25.000 euros.
El proyecto elaborado por ANSE, que ya ha sido presentado ante la Demarcación de Costas del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico en la Región de Murcia, permitirá dar los primeros pasos para recuperar la biodiversidad acuática de la vegetación y fauna característica de zonas someras y salinas del Mar Menor en una superficie de ocho hectáreas de dominio público marítimo terrestre en las denominadas Salinas Orientales de Marchamalo.
Las salinas de Machamalo constituyen uno de los espacios naturales más singulares del entorno del Mar Menor y cuentan con cinco figuras de protección, cuatro de ellas internacionales (LIC, ZEPA, ZEPIM, Humedal Ramsar y Espacio Natural Protegido). A pesar de ello, el abandono hace unos 25 años de la actividad salinera ha desembocado en un progresivo deterioro de las instalaciones que ha conllevado enormes daños en las infraestructuras salineras, tanto en las naves y oficinas como en las mismas salinas.
ANSE adquirió a finales de 2019, a través de su Fundación, la concesión administrativa de la zona oriental de las salinas, y una parcela de 7.000 metros cuadrados con una nave en ruinas, para impulsar un proyecto de recuperación de la actividad salinera. Desde entonces, la Fundación ANSE ha recibido numerosas donaciones de particulares y algunas entidades, como Nomen Foods y la Fundación Cajamurcia, que han permitido trabajar durante un año y medio en la redacción de los proyectos de recuperación de la actividad salinera.
La Comunidad Autónoma de Murcia ha puesto en marcha diferentes iniciativas durante los últimos años para el mantenimiento del suministro de agua, pero el abandono de la actividad salinera y la falta de una conservación adecuada del espacio natural harán muy costosa la recuperación de la producción de sal compatible con la mejora de la biodiversidad.
Aunque todavía será necesaria financiación para, entre otras cosas, del dragado parcial de las charcas salineras, la reparación de motas, la instalación de una nueva bomba de suministro de agua, la reconstrucción de arquetas, y reconstrucción de la nave salinera, ANSE confía en disponer en pocos meses de las autorizaciones administrativas derivadas del proyecto financiado con la ayuda de Nomen Foods, y comenzar los trabajos de recuperación de la zona oriental de las salinas.