El sistema de recogida selectiva de cápsulas de café de Nestlé (Nescafé Dolce Gusto y Nespresso) para su reciclaje cumple diez años. Se trata de un proyecto que fue pionero en Suiza, que la compañía empezó a implementar para ambas marcas en España en el año 2011 a través del desarrollo del Plan de reciclaje integral de cápsulas de Nestlé con ayuntamientos y organismos municipales.
Barcelona y su área metropolitana fueron las primeras zonas geográficas de España donde se llevó a cabo este plan. El año anterior, Nespresso ya había iniciado su recogida de cápsulas en sus boutiques.
En estos diez años de funcionamiento, su puesta en marcha ha representado una extensión del servicio público de los puntos verdes y una mejora tanto para la gestión sostenible de residuos, como para la promoción de actitudes responsables y buenas prácticas de los consumidores hacia el medio ambiente. De esta manera, esta iniciativa ha favorecido la economía circular, uno de las grandes apuestas de Nestlé a nivel medioambiental, tal y como se recoge en los «Compromisos con la Tierra» de la compañía.
En la actualidad existen alrededor de 1.900 puntos de recogida de cápsulas (puntos de recogida Nescafé Dolce Gusto / puntos de recogida Nespresso), que proporcionan servicio a unos 25 millones de personas de diferentes poblaciones de 38 provincias en todo el territorio español. Además, a estos puntos se añaden, en el caso de Nespresso, los ubicados en sus Boutiques y en los puntos de venta de máquinas comprometidos con el medio ambiente.
En todas las zonas implementadas, Nestlé se hace cargo del reciclaje de todas las cápsulas de aluminio y plástico, tanto las propias como las de otras marcas del mercado. Además, el sistema de reciclaje de cápsulas que se lleva a cabo es único y pionero. En la planta de separación y tratamiento de residuos, se produce la recuperación de los diferentes materiales después del consumo de las cápsulas y así se obtiene también compost de calidad.
Nespresso, una segunda vida para el aluminio
Las cápsulas de café de aluminio, como las de Nespresso, que se recogen se trasladan a una planta de compostaje donde expertos en gestión de residuos separan el aluminio del café mediante un proceso mecánico. El compost enriquecido con los restos de café se convierte en un excelente fertilizante y regenerador de la tierra que contribuye a la producción de arroz. Así, el poso de café de estas cápsulas sirve para abonar y fertilizar los arrozales del Delta del Ebro con el Proyecto Nespresso Arroz Solidario.
Tras cada una de las cosechas y como fruto del Sistema de Reciclaje de cápsulas usadas, Nespresso compra la producción y la dona a la Federación Española de Bancos de Alimentos (FESBAL), que reúne a los 56 Bancos de Alimentos españoles. Un millón de personas se benefician de esta iniciativa cada año.