En los últimos cuatro años, 2,1 millones han modificado su alimentación hacia una dieta compuesta, principalmente, por vegetales. España cuenta actualmente con 5,1 millones de veggies, personas que se reconocen como veganos, vegetarianos o flexitarianos. Mientras los veganos no consumen ningún alimento de origen animal, los vegetarianos no consumen carne y los flexitarianos minimizan el consumo de carne. Este giro supone uno de los cambios más importantes en los patrones de la alimentación en los últimos años.
Dentro de esos más de cinco millones de consumidores veggies, los flexitarianos son los más numerosos, alcanzando el 10,8% de la población española; seguidos por los vegetarianos, que suponen el 1,4% y en tercer lugar por los veganos, que alcanzan el 0,8% de la población nacional. Según el informe Green Planet, realizado por la consultora Lantern, del que se extraen estos datos, es significativo el fuerte aumento del número de veganos, que ha crecido un 60% respecto a las cifras del informe de 2019, crecimiento experimentado a costa del número de vegetarianos, que disminuye ligeramente.
La evolución en los últimos años ha sido significativa. El primer informe The Green Revolution, elaborado en 2017, detectó que el 7,8% de la población adulta española reconocía basar su alimentación en vegetales. Dos años después, en 2019, esa cifra aumentó al 9,9%, y en 2021 el número de veggies aumenta un 34% hasta representar el 13,0% de la población adulta.
Aunque las mujeres siguen siendo mayoritarias a la hora de adoptar dietas basadas en vegetales (una de cada ocho mujeres), el número de hombres ha crecido exponencialmente, llegando al 47,7% del total, cuando en 2019 eran solo el 30%. En cuanto a tramos por edad, los veggies están presentes en todos los rangos, destacando el crecimiento en las personas de entre 25-34 años, donde la penetración de este estilo de alimentación llega ya al 16,5%.
Las razones por las que los flexitarianos adoptan una dieta centrada en vegetales son tres: la salud (67%), el bienestar animal (34%) y la sostenibilidad del entorno (26%). Las personas que siguen estas dietas destacan por su mayor nivel de compromiso social y activismo.
Además del consumo de frutas, hortalizas, legumbres y cereales, las dietas veggies se completan con otros productos elaborados como las bebidas vegetales o los sustitutivos cárnicos. Según este estudio en el que han participado 1.000 personas, las alternativas vegetales han experimentado una rápida penetración en los lineales de los principales supermercados, de hecho el 56% de los consumidores ha comprado al menos alguna marca veggie. Esta rápida evolución, el lanzamiento de nuevas marcas veggies y la mejora en la composición de los productos, tiene como resultado que los veggies están hoy más satisfechos con las alternativas plant-based que hace dos años. Por otra parte, aunque ya hay muchos restaurantes y establecimientos con menús o platos veganos, el 45% de estos consumidores reconoce que todavía tienen dificultades para comer fuera de casa.
Bebidas vegetales (53%) y hamburguesas plant based (46%) son las categorías con mayor penetración entre los veggies. En el caso de los productos sustitutivos de la carne, estos se enfrentan a varios retos. Según el fundador y CEO de Lantern, Jaime Martín, “para crecer, las alternativas a la carne tendrán que ir más allá de las hamburguesas y buscar simular ‘cortes enteros tipo carne’; mejorar su sabor a través de nuevas grasas de origen vegetal y reducir el número de ingredientes en su composición.» Otros productos plant-based que incrementarán, poco a poco, su presencia en los lineales serán el pescado de origen vegetal, los quesos y los huevos veganos.