La Asociación Española de Distribuidores, Autoservicios y Supermercados (Asedas) ha vuelto a reclamar la necesidad de que el sector de la alimentación, en general, y de la distribución alimentaria, en particular, sea declarado esencial para la sociedad española.
Más allá del compromiso del sector, que ha estado en primera línea para atender las necesidades básicas de la población, es muy importante para futuros retos contar con la capacidad jurídica de proteger las infraestructuras críticas, así como garantizar el transporte y la seguridad.
“El sector de la alimentación y de la distribución alimentaria fue declarado esencial por primera vez con motivo de la pandemia del Covid-19. Esta consideración permitió a los empresarios actuar rápida y eficazmente, lo que debe servirnos de aprendizaje para facilitar el trabajo fundamental de hacer llegar alimentos y otros productos de primera necesidad a los ciudadanos en otras situaciones difíciles, como la que se vive hoy en La Palma”, ha señalado el director general de Asedas, Ignacio García.
Estas manifestaciones se han producido en el marco de la Junta de Organizaciones Territoriales, que agrupa a asociaciones de supermercados de toda España y que se ha celebrado en La Palma. Con este encuentro, se ha querido mostrar el apoyo del sector de la distribución alimentaria a los afectados por la erupción volcánica de Cumbre Vieja, al sector agrario de la isla y al sector turístico.
Con una red comercial de 55 establecimientos de retail de gran consumo, la isla de La Palma presenta los mayores índices de densidad comercial de alimentación en el archipiélago. La Palma registra 0,66 tiendas por cada 1.000 habitantes, frente a los 0,49 supermercados por cada 1.000 habitantes de la Comunidad Autónoma de Canarias. Y es, además, superior a la media nacional, que alcanza 0,53 tiendas por cada 1.000 habitantes, según cifras de Retail Data.
De estos supermercados, tres se han visto directamente afectados por la erupción volcánica, con la desaparición bajo la lava de uno de ellos, y otros dos han tenido que cerrar sus puertas debido a los desalojamientos de población en la zona de Puerto Naos. Aun así, el compromiso de las empresas que operan en la zona afectada ha hecho que la alimentación no haya sido un problema durante la crisis volcánica.
En las primeras horas de la erupción, los supermercados se pusieron a disposición de las autoridades para que a los cientos de evacuados no les faltara alimentación ni productos de higiene. Con el paso de los días y la evolución de las coladas de lava, las empresas de supermercados volvieron a demostrar su fortaleza organizativa, su capacidad de reacción, su vocación de servicio público y su cercanía a la población garantizando el suministro y adaptando sus procesos logísticos a circunstancias puntuales como la ralentización del transporte desde el puerto y los cortes de algunos tramos de carreteras.
Así pues, las empresas de supermercados y toda la cadena agroalimentaria han vuelto a revelar que el acceso a la alimentación en España está asegurado. En el caso concreto de La Palma, a pesar de estar considerada en el Estatuto de la Unión Europea como “región ultra periférica”, la distribución de una alimentación variada y de calidad se realiza con total normalidad gracias a la alta conectividad de la isla tanto por vía marítima como aérea con la Península y con otras islas del archipiélago.