Los precios mundiales de los alimentos básicos cayeron en mayo por cuarto mes consecutivo, en medio de una oferta que se presenta abundante y una demanda que se debilita debido a las contracciones económicas provocadas por la pandemia del Covid-19. En concreto, el índice de precios de los alimentos de la FAO, se situó en un promedio de 162,5 puntos, un 1,9% menos que en el mes anterior y su nivel más bajo desde diciembre de 2018.
Así, el índice de precios de los productos lácteos bajó un 7,3% con respecto a abril, debido a la fuerte caída de las cotizaciones de la mantequilla y el queso, por factores estacionales de la oferta y una menor demanda de importaciones, y se situó un promedio del 19,6% por debajo de su nivel de hace un año. Los precios de la leche en polvo disminuyeron sólo moderadamente, ya que su nivel bajo y la reanudación de la actividad económica en China impulsaron un fuerte interés comprador.
Sin embargo, el índice de precios del azúcar se comportó a contracorriente, aumentando un 7,4% respecto al mes anterior y recuperando la mitad de su descenso de abril gracias a un repunte de los precios internacionales del petróleo, así como a cosechas inferiores a las previstas en la India y Tailandia, respectivamente el segundo productor y el segundo exportador mundial de azúcar.
Por su parte, el índice de precios de los cereales disminuyó un 1% respecto a abril. Aunque los precios internacionales del arroz subieron ligeramente, impulsados por aumentos en las variedades japónica y basmati, mientras que los precios de exportación del trigo bajaron con las expectativas de suministros abundantes a nivel mundial. Los precios de los cereales secundarios también siguieron bajando, y los del maíz de EEUU están ahora casi un 16 por ciento por debajo de su nivel de mayo de 2019.
En cuanto al índice de precios de los aceites vegetales, perdió un 2,8% hasta quedar en el nivel más bajo de los últimos 10 meses. Mientras que las cotizaciones del aceite de colza y de girasol subieron, las del aceite de palma cayeron por cuarto mes consecutivo, lo que refleja una demanda mundial de importaciones moderada y unos niveles de producción e inventarios superiores a los previstos en los principales países exportadores.
Por último, el índice de precios de la carne disminuyó igualmente un 0,8% en mayo, con una media del 3,6 por ciento por debajo del mismo mes de 2019. Las cotizaciones de la carne de bovino subieron, mientras que para aves de corral y porcina siguieron bajando, reflejo de gran disponibilidad de exportaciones en los principales países productores, a pesar del aumento de la demanda de importaciones en Asia oriental tras la relajación de las medidas de distanciamiento social derivadas del Covid-19.