El año 2021 ha sido especialmente negativo para la agricultura y la ganadería, finalizando, de hecho, con una situación de crisis y continuas reivindicaciones por parte del sector. Las condiciones climatológicas, los costes de producción y los terribles efectos del volcán Cumbre Vieja en La Palma son algunas de las causas que han conducido a este declive.
Esta es la opinión de la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA), que además de analizar todos estos factores, apunta a la actuación de “especuladores, intermediarios y demás personas y empresas sin escrúpulos” como los culpables de haber “usurpado” a los productores de alimentos el incremento de precio que también están pagando los consumidores. Y es que los costes de producción se han incrementado notablemente en los últimos 12 meses.
Todo ello frenó las expectativas de los sectores de la agricultura y la ganadería, que veían con cierto optimismo el comienzo del año. Sin embargo, renuevan sus esperanzas de cara a 2022, pues para UPA la nueva Ley de Cadena puede ser el impulso para mejorar la situación.
Esta ley, según UPA, fortalece la logrando un sistema más justo para la comercialización de alimentos “desde la granja hasta la mesa”. Sin olvidar la reciente reforma de la Política Agraria Común, “mejorable, pero con elementos positivos”.
De cara a 2022, UPA ha mostrado su esperanza en superar de una vez por todas la pandemia del Covid-19 y que los precios justos lleguen a todos los sectores. “Trabajaremos duro para lograr que el respeto y el reconocimiento que nos transmiten los consumidores se extienda al resto de actores de la cadena agroalimentaria, logrando un sistema más justo y transparente”, asegura la organización. “España se lo merece, los pueblos se lo merecen, los y las agricultores y ganaderos nos lo merecemos”.