La facturación del mercado minorista de perfumería y cosmética se situó en 8.200 millones de euros en 2019, lo que supone un incremento del 2,6% respecto al año anterior, según el Observatorio Sectorial DBK de Informa, que señala que esta evolución se sustentó en el crecimiento del consumo privado y el aumento del gasto en este tipo de artículos, en un contexto de creciente importancia entre la población de la imagen personal y la salud.
Por canales, las grandes superficies y cadenas de supermercados siguen liderando el ranking, concentrando el 39,5% de la facturación en 2019, con 3.240 millones de euros, un 2% más que en 2018. A continuación, se sitúa el comercio especializado, que acaparó el 36,6% de las ventas, tras experimentar un crecimiento del 3,1% y alcanzar la cifra de 3.000 millones de euros.
El canal de farmacias/parafarmacias y profesional registró un crecimiento del 1,3%, hasta los 1.560 millones (19% del total), mientras que los ingresos del canal de venta directa (en el que se incluye la facturación de aquellas empresas especializadas en la venta puerta a puerta, por catálogo y en internet) se situaron en 400 millones (4,9% del total), aumentando cerca de un 10% gracias al positivo comportamiento de la venta online.
Según revela el informe, la crisis provocada por el Covid-19 ha dado lugar en 2020 a un cambio en la tendencia de evolución de las ventas, las cuales se están viendo o se han visto afectadas durante el ejercicio por el fuerte impacto en la economía, la paralización temporal de gran parte de la actividad de los comercios minoristas y los cambios en las costumbres de la población, por la menor movilidad, la extensión del teletrabajo, las limitaciones a las reuniones sociales o la obligatoriedad del uso de la mascarilla. En este contexto, para el cierre de 2020 se espera un significativo descenso del valor del mercado.
Reducción de puntos de venta
En 2019 se contabilizaban unos 9.000 puntos de venta minoristas especializados en la venta de productos de perfumería y cosmética, cifra que se ha reducido en los últimos años por el cierre de pequeñas perfumerías tradicionales y por operaciones de compra entre las principales cadenas del sector.
De esta forma, la estructura empresarial presenta un moderado grado de concentración, reuniendo los cinco primeros operadores una cuota conjunta del 35% del valor del mercado, cifra que sube al 45,8% al contabilizar las 10 primeras empresas.