Coca-Cola Europacific Partners no para de celebrar. Al 70 aniversario de la fabricación de la primera botella de Coca-Cola en España, se une ahora el 25 cumpleaños de su planta de Sevilla, un cuarto de siglo de eficiencia, innovación y sostenibilidad porque desde su inauguración en 1998, esta fábrica ha sido un pilar fundamental en la producción y distribución de sus bebidas en la región.
La planta, ubicada en el municipio sevillano de La Rinconada, no ha parado de crecer desde su creación. Desde hace algunos años se ha marcado como reto convertirse en una de las primeras factorías 100% sostenibles de Europa y de erigirse como un ejemplo de innovación en el sur de España.
Con una superficie de 190.000 metros cuadrados, da empleo a aproximadamente 430 personas que trabajan para garantizar la calidad y el sabor de cada botella de Coca-Cola que sale de estas instalaciones. Además, la planta cuenta con 12 líneas de producción y una capacidad de producción de cerca de 950 millones de litros. Gracias a ello logra producir cerca de 165 millones de cajas al año, lo que demuestra la importancia y el alcance de las operaciones de la compañía en la ciudad andaluza.
Un ejemplo de sostenibilidad e innovación
La fábrica de Sevilla se ha convertido en un centro tecnológico de última generación. Utiliza análisis de datos y programas de Inteligencia Artificial para ser muy eficiente a la hora de hacer sus productos. Gracias a esto, puede hacer miles de latas y botellas de vidrio cada hora. De hecho, logra producir unas 96.000 latas y 80.000 botellas de vidrio cada 60 minutos.
Pero no solo es ejemplo de digitalización, sino también de respeto al medioambiente. Casi todos los residuos (un 99,97%) que produce se convierten en algo útil de nuevo. Además, esta planta trabaja para que el 100% de los ingredientes agrícolas que utiliza como materia prima proceda de fuentes sostenibles y cuidadosas con el medio ambiente.
Uno de los mayores compromisos de la planta de La Rinconada con la sostenibilidad es la gestión del agua. Para ello, se han implementado mejoras como la instalación de contadores y herramientas de análisis en tiempo real para reducir la ratio de agua un 16% hasta 2021, en camino hacia su objetivo de disminuirlo un 20% para 2025. En la planta también se ha modernizado el tratamiento de aguas residuales y se han llevado a cabo proyectos de reabastecimiento de cuencas hidrográficas.
Junto al medioambiente, la preocupación por las personas de Sevilla también es uno de sus compromisos más relevantes. La fábrica ha sido pionera en iniciativas como la Escuela de Carretilleras, para que jóvenes mujeres puedan integrarse en entornos industriales. Además, los empleados participan en actividades de voluntariado, desde la entrega de comidas en Navidad hasta la sensibilización y recogida de residuos en entornos marinos.
“Por todo ello, en el horizonte, la planta de Coca-Cola en Sevilla se vislumbra como un faro de sostenibilidad y compromiso. Con avances continuos, seguro que la planta será un agente de cambio en la comunidad y un modelo a seguir en la senda hacia un futuro más sostenible y próspero”, destaca la compañía.
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