La industria logística se ha convertido en uno de los sectores de crecimiento clave en Cataluña por su impacto en la economía, su capacidad de generación de empleo y su potencial para favorecer la innovación, aunque la falta de espacio disponible supone un freno al crecimiento de la actividad, según las conclusiones del estudio “La logística, un motor para Cataluña”, presentado este jueves por la Cambra de Comerç de Barcelona y la Unió de Polígons Industrials de Cataluña en el que han participado Savills Aguirre Newman, Goodman, Logicor, Merlin, Prologis, SEGRO y VPG.
En concreto, el estudio pone de manifiesto que se trata de una actividad favorecida por el auge de la demanda del sector ecommerce y el cambio de hábito de los consumidores, lo que obliga a la logística a adoptar soluciones innovadoras para reducir el tiempo de entrega de los pedidos. Asimismo, otro factor clave que ha favorecido su impulso es la tendencia alcista de las importaciones y las exportaciones de los últimos 15 años, lo que ha provocado un incremento de la superficie logística construida en Cataluña en más de tres millones de metros cuadrados, elevando el stock a más de ocho millones de metros cuadrados.
Durante la presentación del estudio, Anna Gener, CEO de Savills Aguirre Newman Barcelona, ha explicado que “actualmente, la logística es una actividad de alto valor añadido para el territorio donde se implanta, que genera puestos de trabajo de calidad vinculados a competencias digitales, que tiene un alto grado de compromiso con la reducción de la huella de carbono y que está incorporando las últimas innovaciones tecnológicas”.
En este contexto de elevada demanda de superficie logística, la continuada absorción de techo y la escasez de producto está llevando a algunas empresas a detener y suspender proyectos, especialmente en la 1ª corona de Barcelona. Actualmente, la superficie logística en Cataluña es solo un 3,1%, ratio que baja al 1,2% en 1ª corona y centro de Barcelona conjuntamente.
Según datos de la consultora Savills Aguirre Newman, las rentas de los alquileres de espacios logísticos en las zonas prime se han incrementado en un 33% en los últimos cinco años y se sitúan en los siete euros/metro cuadrado al mes, en cierta medida impulsado también por la escasez de producto.
Las bajas tasas de disponibilidad reflejan la difícil situación del sector logístico en Cataluña, lo que obliga a las empresas a precontratar espacios antes de que la superficie esté disponible en el mercado o durante los procesos constructivos. De los 388.410 metros cuadrados de nueva superficie que incorporará el mercado este año, un 67,1% ya se encontraba prealquilada.
Durante la presentación del estudio, los participantes también destacaron que la Generalitat de Cataluña ha aprobado distintos planes Directores Urbanísticos que deberían aportar oferta al territorio, aunque la falta de presupuesto y de proyectos ha frenado por el momento su desarrollo.
Impacto económico
El valor añadido bruto (VAB) del sector logístico superó los 29.000 millones de euros en 2020. A su vez, de su inversión también se genera un elevado impacto económico en el territorio catalán. En este sentido, cada 1.000 metros cuadrados de superficie construida generan entre seis y ocho puestos de trabajo, mientras que por cada euro invertido en la urbanización de espacios, se generan 12,2 euros de inversión adicional en activos fijos y vehículos.
La logística es, a su vez, imprescindible para impulsar los principales sectores de actividad en Cataluña (ecommerce, automovilístico, alimentación, química, textil y moda, que representan un 19% del PIB catalán y el 16% del empleo en el territorio). Anna Gener ha recalcado en este sentido que “en definitiva, en Cataluña estamos perdiendo oportunidades de una mayor implantación de actividad económica por una falta de planificación de producto logístico”.
Para avanzar en el desarrollo de un sector sostenible, destaca el estudio, son necesarios mecanismos de colaboración público-privada que permitan aportar suelo para nuevos proyectos adecuados a la demanda, cada vez más exigente tanto en calidad de las naves logísticas como en los parámetros de sostenibilidad. La transformación de suelo obsoleto o en desuso para la creación de superficie logística bajo estos estándares, permitiría la captación de actividad económica de valor añadido y la aportación de nuevo valor al territorio.