La crisis económica derivada de la pandemia ha afectado visiblemente la estabilidad de los ejes comerciales de las principales ciudades españolas. Durante 2020, se registraron cierres de negocios que no pudieron soportar el descenso en el tráfico de peatones y la ausencia de turismo, lo que ha afectado a los precios del alquiler, la rentabilidad y la disponibilidad de locales. Esta situación, sin embargo, también puede suponer una oportunidad para otras empresas que han conseguido capear el temporal y para las que el acceso a las principales arterias resultaba imposible.
De este modo, según un estudio de la consultora inmobiliaria Ascana, en colaboración con TC Group Solutions, sobre la evolución de las principales arterias comerciales de ciudades como Madrid o Barcelona, las calles que viven habitualmente del turismo han tenido una importante desocupación. Sin embargo, se apunta a “una segura recuperación cuando los flujos masivos vuelvan a circular con capacidad de consumo”. Es en este punto en el que señalan que esta desocupación ha permitido la reubicación de marcas que antes habían tenido vetada la entrada a estas arterias comerciales.
En este sentido, había marcas que encontraban atractivas zonas como las de las calles Preciados o Gran Vía, en Madrid, pero que no podían permitírselo debido a las altas rentas de los locales o porque, sencillamente, no existía disponibilidad.
El análisis también expone que han sido los negocios con una fuerte presencia online los que han logrado resistir la crisis y, no solo eso, sino que han protagonizado aperturas de nuevas tiendas. Por el contrario, las empresas que dependían en mayor medida de la compra física, sin un refuerzo online, han sido las más perjudicadas.
En concreto, aunque el PIB de la Comunidad de Madrid sufrió un descenso del 10,5% en 2020, en la segunda mitad del año mostró tendencias de recuperación significativamente superiores al resto de comunidades. Concretamente en el sector Retail, las compañías con presencia online experimentaron un crecimiento destacado durante los meses del confinamiento, lo que ha llevado a marcas de perfil medio a buscar oportunidades en las calles prime. Allí, por ejemplo, la calle Serrano ha sabido sortear la crisis gracias a la afluencia de público residencial y a su consolidación como arteria principal de la Milla de Oro. Fuencarral, sin embargo, sí vivió un aumento de los cierres de locales, pero este fue aprovechado por negocios online y nuevas marcas que vieron la oportunidad de situarse en una zona privilegiada, antes reservada a los grandes operadores, y donde el tráfico peatonal ha sido uno de los más altos de los ejes prime durante 2020 junto con Gran Vía.
Cataluña ha sido una de las comunidades más afectadas por la crisis del Covid, con un descenso del 14,2% del PIB en 2020 y Barcelona, en concreto, ha tenido que sortear el impacto de las fuertes medidas de restricción de movilidad y aforo durante largos meses, lo que ha producido cambios en el panorama inmobiliario comercial. Entre las grandes afectadas por la pandemia estuvieron la calle Portaferrissa y las Ramblas. El importante descenso del tráfico peatonal debido en gran parte a la ausencia de turistas impactó en la renta media de esta zona donde se vieron descuentos Covid de entre el 35% y el 40% y una disponibilidad de locales que llegó cerca del 20% en Portaferrissa. Plaza Cataluña, por su parte, consiguió mantener su estabilidad e interés gracias a un mayor tráfico peatonal (el más alto de los ejes comerciales analizados) y a la diversificación de negocios.