El Índice de Confianza del Consumidor (ICC) del mes de agosto se sitúa en 86puntos, 11 puntos por debajo del dato del mes anterior, una caída que se debe a una evolución negativa de sus dos componentes: el índice de situación actual, que baja en 10,1 puntos y la valoración de las expectativas, que sufre un descenso mayor, -11,9 puntos. De esta forma, el ICC vuelve a situarse en valores similares a los registrados en el segundo semestre del año 2014.
En relación con el mes de agosto del pasado año la evolución es similar, aunque el descenso es mayor. La confianza del consumidor desciende desde agosto del pasado año 16,4 puntos, con una pérdida en términos absolutos para la valoración de la situación actual de 16,2 puntos y de las expectativas, que ofrecen un descenso más acusado, de -16,6 puntos. En términos porcentuales el perfil de la evolución registrada es similar, con un descenso del ICC de un 19,1% como resultado de la pérdida del 19,5% en la valoración de la situación actual y de la caída del 18,7% en las expectativas.
En cuanto al índice de valoración de la situación actual, alcanza en agosto los 83,1 puntos, con un descenso de 10,1 puntos con relación al obtenido el pasado mes de julio. Esta evolución de la situación actual es el resultado de un comportamiento negativo en la valoración de todos sus componentes; así, la valoración de la evolución general de la economía disminuye 15,4 puntos, la valoración del mercado de trabajo desciende 12,9 puntos y la percepción de la situación de los hogares baja en 1,9 puntos.
En relación con los datos de agosto de 2018 la evolución vuelve a ser negativa en todos sus componentes, aunque con distinta intensidad. Así, la valoración de la situación económica llega a 26,9 puntos menos que la de hace un año, las opciones que ofrece el mercado de trabajo se valoran 21,3 puntos por debajo del valor de hace un año, mientras que la situación en los hogares baja de forma muy moderada (-0,3 puntos) en los últimos doce meses.
Por su parte, el índice de expectativas llega en este mes a los 88,9 puntos, con un descenso de 11,9 puntos, un 11,8% en porcentaje, respecto al mes precedente. Este descenso se debe a la evolución negativa de sus tres componentes, aunque ofrecen caídas de diferente intensidad. Así, las expectativas sobre la situación futura de la economía descienden 14,9 puntos, las relativas al mercado de trabajo ofrecen un descenso de 17,1 puntos y las expectativas respecto a la evolución de los hogares se sitúan en 3,8 puntos por debajo del mes de julio.
En términos interanuales, los datos de expectativas vuelven a mostrar una evolución negativa en todos sus componentes, aunque las expectativas de los hogares se muestran siempre como el componente más estable tanto en este índice de expectativas como en el de situación actual. Desde agosto del pasado año, las expectativas respecto a la situación económica del país han descendido en 21,3 puntos, mientras que las referidas al futuro del empleo tienen un descenso aún mayor, 25,9 puntos. Por su parte, las expectativas de los hogares permanecen más estables con una bajada menor, de -2,7 puntos.