El Índice de Confianza del Consumidor (ICC) del mes de febrero se sitúa en 85,7 puntos, 1,5 puntos por debajo del dato del mes anterior. Este descenso del índice se debe a los retrocesos registrados en la valoración de la situación actual y especialmente a la caída en la valoración de las expectativas. De esta forma, se corrige en parte el fuerte avance del pasado enero.
No obstante, en relación con el mes de febrero del pasado año la evolución vuelve a ser claramente negativa. El ICC desciende desde febrero del pasado año 10,5 puntos, con una pérdida en términos absolutos para la valoración de la situación actual de 10,9 puntos y una bajada muy similar en el caso de las expectativas, -10,1 puntos.
En concreto, el índice de valoración de la situación actual alcanza en febrero los 75,9 puntos, un descenso de 0,7 puntos con relación al obtenido el pasado mes de enero. No obstante, esta evolución presenta grandes diferencias entre sus tres componentes: así, la valoración de la situación económica actual ofrece un avance de 1,4 puntos, mientras que las valoraciones del mercado de trabajo caen en esa misma cantidad, 1,4 puntos, por su parte, la situación de los hogares muestra un descenso de 2 puntos.
En relación con los datos de febrero de 2019 la evolución es muy negativa en todos sus componentes, aunque existen grandes diferencias de intensidad entre ellos. La valoración de la situación económica desciende 12,1 puntos con relación a la de hace un año, las opciones que ofrece el mercado de trabajo se valoran 16 puntos por debajo del valor de hace un año, mientras que la situación en los hogares se mantiene más estable con un descenso limitado a 4,5 puntos en los últimos doce meses.
Por su parte, el índice de expectativas llega en este mes a los 95,4 puntos, con una pérdida de 2,3 puntos, un 2,4% en porcentaje, respecto al mes precedente. Los mayores descensos se producen en relación a las valoraciones sobre la evolución de la economía en el futuro inmediato, -4,5 puntos, o en la evolución del mercado de trabajo, -4,8 puntos, mientras que la futura evolución de la situación de los hogares se valora en términos positivos y aumenta en 2,3 puntos.
En términos interanuales la evolución vuelve a ser claramente negativa. Desde febrero del pasado año, las expectativas respecto a la situación económica del país retroceden 15,4 puntos, mientras que las referidas al futuro del empleo presentan un descenso de 10,6 puntos. Por su parte, las expectativas de los hogares acumulan una bajada más moderada que se sitúa en los -4,3 puntos en el último año.