En los últimos 20 años, el grupo Heineken ha reducido en un 30% el peso de su botella de vidrio, como parte de su estrategia de reducir la huella de carbono de los envases y embalajes que utilizan.
José Manuel Peris, Global Category Buyer de Heineken, asegura que el packaging tiene “el mayor peso en la huella de carbono de la compañía, suponiendo un 36% de CO2 en el proceso de producción de la cerveza”.
Por ello, se ha ido reduciendo paulatinamente el peso del vidrio, pero también se ha actuado sobre el papel y el plástico. En concreto, Heineken trabaja con cartón reciclado, asegurando todos los certificados de sostenibilidad, y en el caso del plástico, reduciendo el micraje utilizado.
Además, la compañía mantiene en el reciclaje otra de sus prioridades. “Colaboramos con Sistemas Integrados de Gestión como Ecovidrio y Ecoembes y promovemos el reciclado de los materiales al máximo posible, especialmente latas, botellas de vidrio, papel y plástico en general”, ha asegurado Peris.
También es destacable su apuesta por la reutilización de envases. “Promovemos que el consumidor final cambie sus costumbres para ir hacia el packaging retornable y reutilizable”, ha asegurado el representante de la compañía. En este aspecto, Heineken cuenta con barriles y botellas retornables, que suponen cerca de un 50% de los envases que pone en el mercado.