Consciente de que España es uno de los países con más estrés hídrico del mundo, hace décadas que Heineken España hizo de la protección del agua una prioridad y vela por este recurso escaso e imprescindible para su negocio. Su estrategia se basa en consumir la menor cantidad de agua posible y garantizar su circularidad, compensando la que no puede dejar de gastar para que vuelva a su fuente de origen.
La empresa hace uso de su programa Every Drop (Cada Gota Cuenta) para controlar su uso del agua, gracias al cual ha logrado reducir un 33% su consumo en fábricas desde 2008 y tratar al 100% las aguas residuales para devolverlas al entorno con la calidad necesaria.
Como resultado, actualmente sólo emplea 3,29 litros de agua por litro de cerveza elaborado y sigue avanzando para que esta cantidad se limite a 2,6 litros en 2030. En 2021 incluso ha superado los objetivos de eficiencia que se había marcado, al emplear 1,79 litros de agua por litro de cerveza en procesos de limpieza y mantenimiento.
Pero hay una parte del agua, la que contiene la botella y la que se evapora en el proceso de elaboración, que irremediablemente se pierde. Para compensarla, Heineken devuelve a las cuencas de los ríos que nutren a sus cuatro fábricas toda el agua que contienen las cervezas de marcas como Cruzcampo, Amstel, Heineken o El Águila.; es decir, 1.900 millones de litros de agua al año que le permiten lograr el balance hídrico neutro en España en 2022, casi una década antes de la fecha que se había marcado la compañía.
Este hito ha sido posible gracias a sus actuaciones en Doñana, La Albufera y la cuenca del río Jarama, que buscan recuperar el estado hidrológico de estos enclaves con soluciones basadas en la naturaleza. Una vez finalizados estos trabajos, los proyectos siguen en fase de mantenimiento y restauración para mejorar la biodiversidad y los ecosistemas de estos espacios protegidos.