Heineken ha registrado entre los meses de enero y marzo unos ingresos de 7.632 millones de euros, un 9,2% más que en el mismo periodo del 2022. Sin embargo, la cervecera holandesa registró un beneficio neto de 403 millones de euros en este periodo, lo que representa una caída del 3,3% en comparación con el resultado de 417 millones contabilizado por la compañía en el primer trimestre del año anterior.
El volumen de cerveza comercializada fue de 54,8 millones de hectolitros, un 2,8% inferior al primer trimestre del 2022 y un 3% por debajo en términos orgánicos. Asimismo, la combinación de precios sobre una base geográfica constante aumentó un 12,1%.
Según explica la multinacional, la región de las Américas continuó con un impulso de crecimiento positivo, compensado por disminuciones en las regiones de África, Medio Oriente y Europa del Este y Asia Pacífico. Por su parte, el volumen en Europa superó las expectativas de la compañía para el trimestre.
En palabras de Dolf van den Brink, presidente y consejero delegado de Heineken, “comenzamos el año con un fuerte crecimiento de los ingresos impulsado por la fijación de precios y una gestión de ingresos disciplinada, mientras aumentamos considerablemente la inversión detrás de nuestras marcas. El desempeño comercial en las regiones de Europa y América es alentador, y la demanda de los consumidores se mantuvo mejor de lo esperado en el primer trimestre. Los resultados en las regiones de Asia Pacífico y África, Medio Oriente y Europa del Este fueron decepcionantes, obstaculizados por la volatilidad temporal en Vietnam y Nigeria, lo que provocó una debilidad de la demanda”.
“Vemos el entorno económico como volátil e incierto, lo que nos hace estar atentos y enfocados”, ha añadido, asegurando que las expectativas para todo el año de la compañía se mantienen sin cambios.