Ha pasado un siglo desde que el joven emprendedor pastelero Hans Riegel invirtiera todos sus ahorros para cumplir su sueño: abrir una pequeña fábrica de confitería en su ciudad natal Bonn (Alemania), que bautizó con el nombre de Haribo.
Dos años después, en 1922, inspirado por el “Oso Bailarín” del circo de Bonn, fabricó el primer caramelo en forma de oso, acuñando el icónico Osito de Oro de Haribo. Actualmente, se fabrican a diario un total de 160 millones de Ositos de Oro en todo el mundo.
Con motivo de este centenario, la compañía quiere rendir un homenaje a su fundador que desde sus inicios apostó por la innovación, ofreciendo una gran variedad de caramelos de goma. Para ello, la chef repostera Alma Obregón ha versionado su producto estrella, los cupcakes, con una receta que integra en la propia masa algunos de los caramelos más emblemáticos de Haribo: los Ositos de Oro, las Cerezas y las Happy Cola.
“Es un honor conmemorar los 100 años de vida de Haribo cocreando junto a la marca estos cupcakes con fines solidarios. Hemos realizado diferentes pruebas y catas hasta conseguir la receta óptima. Los caramelos quedan perfectamente integrados en la masa, como un ingrediente más que le aporta un sabor dulce muy característico”, explica la chef repostera Alma Obregón.
Además, la marca ha querido celebrar esta fecha tan especial colaborando con la Cruz Roja Española para “agradecerles su dedicación, trabajo y contribución en la mejora de las condiciones de vida de las personas que se encuentran en una situación de vulnerabilidad”. Así, Obregón ha hecho entrega de 1.000 unidades de cupcakes al Centro de Acogida Temporal (CAT) San Blas, un recurso del Ayuntamiento de Madrid gestionado por Cruz Roja.
“Queríamos celebrar nuestro centenario con una acción especial que fuera en línea con nuestro propósito de marca, que es el de crear momentos compartidos, únicos y especiales que generan sonrisas. Gracias a Alma Obregón y Cruz Roja Española lo hemos logrado”, señala el director comercial y de marketing de Haribo España, Carlos Pérez.
Haribo, en manos de la tercera generación, ha pasado de ser una empresa familiar para convertirse en una compañía internacional de éxito, con más de 1.000 productos entre caramelos de goma, geles dulces, regalices y marshmallows, que se exportan a un centenar de países. En total, cuenta con 16 centros de producción distribuidos en 10 países y emplea, aproximadamente, a 7.000 personas en todo el mundo.
La historia de la multinacional en España se remonta al año 1995, cuando abrió su primera fábrica en Cornellà de Terri (Girona), dedicada a la producción de caramelos de goma y geles dulces. Actualmente, Haribo distribuye en España varios tipos de caramelos: caramelo de goma, geles dulces y regalices, marshmallow y también caramelo blando bajo la marca Maoam.