Gaseosas El Tigre ha cerrado el año 2020 con un fuerte crecimiento. En concreto, desde sus instalaciones ubicadas en la Comunidad Valenciana, han salido 22 millones de sobrecillos para abordar el aumento de la presencia del producto en los lineales de las cadenas alimentarias de la gran distribución y la gran demanda experimentada en el cliente final en tiempos de Covid.
Durante el pasado año 2020, Supermercados Consum entraba a formar parte de los puntos de venta de la gaseosa en polvo, incluyendo el producto en los lineales de sus más de 600 tiendas con el que el grupo cuenta en la Comunidad Valenciana y Murcia.
“Estamos agradecidos y orgullosos de este logro puesto que para nosotros significaba contratación de personal y doblar turnos de trabajo, fue justo en pandemia cuando todos nuestros clientes estaban demandando más cantidad de lo habitual por el desabastecimiento de otros productos como la levadura”, asegura Alfonso García Martínez, responsable de Gaseosas El Tigre, que añade que “era algo que deseábamos puesto que en nuestras redes sociales, los consumidores finales pedían constantemente que se pudiera comercializar en supermercados como Consum”.
La marca de española de gaseosas y sodas en polvo ya estaba presente en los lineales de Carrefour en algunas comunidades como Andalucía y La Rioja, pero ha sido en 2020 cuando con el aumento de la demanda de las gaseosas de repostería lo que ha permitido la implementación del producto en todos los hipermercados Carrefour de la zona Levante. “Ahora además de poder encontrar nuestra gaseosilla también pueden adquirir el Agua de Soda, otro producto de la marca El Tigre, más enfocado a su consumo en forma de bebida”, explica Alfonso García.
Además, Gaseosas El Tigre ha incrementado su producción en un 50% pasando de fabricar 80.000 a 120.000 sobrecillos diarios. Este aumento de la producción, ha estado motivado en parte al aumento de la demanda en tiempos de Covid, sobre todo en las fechas que coinciden con el confinamiento producido en marzo. “El confinamiento generó mayor elaboración de recetas caseras: bizcochos, magdalenas e incluso pan. Esto a su vez, produjo desabastecimiento de levaduras e impulsores en los lineales de los grandes supermercados lo que provocó una fuerte demanda en nuestro producto”, explica Alfonso García.