El Consejo Regulador de las IGPs Ternera Gallega y Vaca Gallega-Buey Gallego ha enviado un comunicado en el que lamenta el fallecimiento del presidente fundador de Ternera Gallega, Maximino Viaño García, nativo de Tapia (Ames), figura esencial del campo desde los años sesenta e impulsor de destacadas iniciativas en pro del progreso del medio rural.
Histórico del cooperativismo gallego, además de promotor de la IGP, también fue uno de los socios fundadores de Terga (asociación pionera de productores y comerciales de vacuno), de la Cooperativa San Cristóbal de Tapia y de Feiraco. Fue, por lo tanto, actor clave de los principales avances del sector ganadero de la comunidad, tanto en el campo lechero como en el cárnico. Y así se le reconoció como Comendador de la Orden al Mérito Agrícola y Medalla de Bronce de Galicia.
“Hombre de aldea e hijo de labradores”, como a él le gustaba definirse, Maximino Viaño supo ver el potencial del campo gallego e incluso logró revalorizarlo. Ante la situación del sector cárnico en la década de los ochenta, con la entrada de carnes de otros países y con una salida irregular de los animales al mercado, Viaño apostó por este campo productivo y le puso nombre al bueno hacer histórico de los ganaderos de vacuno de Galicia, creando en 1989 Ternera Gallega.
Una “aventura muy agradecida”, según contaba el propio Maximino, quien, con trabajo y compromiso, recorrió la comunidad buscando apoyos y conectando con los productores para conseguir adherirlos a la marca; siempre con la premisa de dar salida a la venta de los becerros durante todo el año para hacer más sostenibles las explotaciones familiares de aquella época. Una labor que extendió a las industrias y a la distribución con el objetivo de que respaldasen también la denominación, recuerda El Consejo Regulador.
Liderando Ternera Gallega
Bajo su presidencia hasta el año 2000, Ternera Gallega alcanzó grandes logros y se expandió en el mercado, siendo reconocida por la Unión Europea como Indicación Geográfica Protegida en 1996. Viaño también lideró el trabajo de promoción y divulgación del sello en sus primeros años, ganando la confianza de los consumidores con diversas campañas autonómicas y nacionales, como el mítico eslogan “Ternera Gallega, la carne con carné”.
Desde los inicios de la denominación, el desarrollo del sistema de control y de rastreabilidad de los animales y de la carne certificada fue fundamental para colocar la IGP como referente a nivel nacional y europeo. Cuestión clave, además, para que Ternera Gallega saliera reforzada ante la crisis de la EEB (encefalopatía espongiforme bovina), como marca de control y de calidad en todos los niveles de la cadena comercial.
De gran inteligencia y curiosidad, se mantuvo activo, incluso a través de Facebook, hasta los últimos tiempos. Y nunca perdió de vista la situación del sector cárnico ni sus retos para los próximos años, como así reflejó el pasado mes de julio durante su intervención en el acto de inauguración de la nueva sede del Consejo Regulador y en esta entrevista recogida en la revista corporativa de Ternera Gallega.
“Maximino fue un hombre admirado por su capacidad emprendedora, valentía, compromiso y cariño hacia nuestro medio rural, que le debe importantes progresos para afianzar su viabilidad económica y social”, señala el Consejo Regulador, que traslada su cariño y pesar “a la familia y a todas aquellas personas que tuvieron la suerte de compartir vivencias con él. Gracias por tu gran trabajo a favor del vacuno de carne de calidad; procuraremos continuar y engrandecer tu legado”.