España es la tercera productora mundial de almendra no ecológica tras EEUU y Australia, mientras que, en el caso de la almendra ecológica, España se coloca como primera potencia mundial.
Existen numerosas limitaciones que impiden que el almendro ecológico prospere en los dos principales productores mundiales de almendra, destacando el empleo de un sistema de recolección en continuo que tira el fruto al suelo, donde en muchas ocasiones aparecen problemas de hongos y aflatoxinas que obligan a su fumigación, la implantación de variedades de cáscara blanda, plagas como la Anarsia y los altos rendimientos que pueden llegar a alcanzar 4 .500 kilogramos de grano por hectárea.
La producción ecológica en ambos países no supera el 1% de su producción total de almendra y las previsiones realizadas por expertos del sector no apuntan a un incremento de la superficie de almendro ecológico.
La superficie ecológica total se ha incrementado un 12% respecto a 2019. Granada es la provincia que más ha crecido (5.133 hectáreas), seguida de Almería (1 .694 hectáreas). La superficie ecológica (en conversión, sin calificar y certificada) representa el 37% de la superficie total de almendra en producción en Andalucía.