El sector lácteo español, que engloba al vacuno, ovino y caprino, factura unos 13.000 millones de euros al año y genera 60.000 empleos directos. Sólo las industrias lácteas suponen 9.500 millones de euros al año de volumen de negocio y emplean a 30.000 personas.
“Nuestro sector es motor de economía, empleo y desarrollo rural. Sin olvidar que la ganadería limpia prados y montes, siendo esencial en la prevención de incendios forestales”, ha explicado el presidente de la Organización Interprofesional Láctea (InLac), Ignacio Elola.
El presidente, además, señala que “afortunadamente tenemos un sector con enorme potencial de crecimiento, especialmente en transformados como quesos, yogures y postres lácteos, además, sus métodos de producción europeos cumplen con las máximas garantías en calidad, trazabilidad, seguridad alimentaria y bienestar animal”.
Por ello, InLac está trabajando para que el sector pueda comunicar mejor sus valores y contribuciones a la sociedad, en el marco de la nueva campaña “Cuenta con los productos lácteos europeos”, cofinanciada por la UE.
Por otra parte, el sector lácteo representado en InLac está firmemente comprometido con la salud de los consumidores y con el medio ambiente. “Por esta razón, nuestra hoja de ruta apuesta, en primer lugar, por avanzar en la sostenibilidad de nuestros procesos productivos y por mantener los entornos rurales, cuidándolos frente a la desertización, los incendios y la pérdida de biodiversidad. En segundo término, por seguir elaborando leche y alimentos lácteos de excelencia con total trazabilidad y seguridad, que contribuyan a una dieta saludable y equilibrada. Y en último lugar, por continuar contribuyendo al desarrollo económico, al empleo rural y al progreso social, luchando contra la España vaciada”, ha subrayado el presidente.
Elola ha recordado que los consumidores cada día aprecian más la importancia de los productores de lácteos como actores relevantes para mantener el medio rural, aunque queda mucho camino por recorrer para comunicar todo lo que hay detrás de un vaso de leche, un yogur o un trozo de queso. El punto de partida es positivo, ya que el 73% de los consumidores consideran que los alimentos lácteos son sostenibles principalmente desde el punto de vista social y medioambiental, de acuerdo con una reciente encuesta realizada por Ikerfel para InLac, ha añadido.