La investigación, el desarrollo y la innovación serán una de las apuestas clave de futuro del sector lácteo para responder a retos tan importantes como la generación de valor para todos los eslabones de la cadena, que permita aumentar la rentabilidad de los profesionales que trabajan en la actividad y atender a las nuevas demandas sociales, siempre cambiantes.
Conviene recordar que InLac es la organización Interprofesional láctea que engloba a todo el sector lácteo español, cuyos miembros representan tanto a la rama productora, a los ganaderos y las ganaderas, como a la transformadora, cooperativas e industrias. Un instrumento vertebrador del sector lácteo cuya misión es representar los intereses comunes de la cadena del sector lácteo de vaca, oveja y cabra; mediante el diseño, el acuerdo y la implantación de medidas vinculantes dirigidas hacia su vertebración y estabilidad sectorial. En este contexto, el presidente de InLac, Ignacio Elola, ha apuntado a la I+D+i como una de las prioridades que ayudarán a conseguir estos objetivos de vertebración y estabilidad.
Y es que, el sector lácteo es muy potente, pero necesita de nuevos revulsivos para seguir creciendo. De hecho, la cadena de producción, transformación y comercialización del sector lácteo factura en torno a 13.000 millones de euros al año y genera más de 60.000 empleos directos. Sólo las industrias lácteas suponen más de 9.500 millones de euros al año de volumen de negocio y emplean a más de 30.000 personas.
“Desde InLac, estamos trabajando en nuevos proyectos de I+D+i de ámbito sectorial, tales como la obtención de una técnica capaz de cuantificar la leche de diferentes especies presentes en los quesos de mezcla, se ha puesto a disposición del sector un informe de revisión de la normativa europea y española sobre la gestión de las deyecciones ganaderas en el sector lácteo y de las tecnologías de tratamiento, se ha elaborado un informe de revisión de las mejores técnicas disponibles potencialmente aplicables para la reducción de las emisiones de amoniaco y gases de efecto invernadero del sector lácteo en España, entre otros proyectos en los que se está trabajando en la actualidad con el fin de contribuir a la sostenibilidad, modernización, profesionalización y desarrollo tecnológico del sector lácteo”, ha subrayado el presidente de InLac, tras recordar que “la innovación es un factor determinante para responder a las demandas del mercado, en permanente metamorfosis”.
Ha recordado que el sector lácteo se ha situado en la vanguardia por su apuesta por referencias innovadoras que responden mejor a las demandas sociales. También pueden darse grandes pasos en innovación en quesos, para aprovechar todo el enorme potencial que tiene nuestro país.
Un esfuerzo que implica importantes inversiones para ganaderos y fabricantes pero que no siempre se benefician de una remuneración justa en el mercado, en un contexto de fuerte presión de la gran distribución por ofertar productos baratos a sus clientes y atraer así más consumidores a sus centros.
Según explica el presidente de InLac, los productos lácteos elaborados por ganaderos y fabricantes están acomodándose a las exigencias de los españoles. Ofrecen, así, unas referencias cada vez más evolucionadas, sin olvidar el mantenimiento de todos sus beneficios saludables y propiedades nutricionales. En este sentido, Elola recuerda que los consumidores valoran de forma creciente soluciones placenteras y sabrosas, que permitan ahorrar tiempo (fáciles de preparar) y saludables (alimentos funcionales o enriquecidos). Quieren que los productos sean lo más naturales posibles, sin artificios, que procedan de materias primas sostenibles y respetuosas con el medio ambiente. Por lo que, el sector lácteo está tomando buena nota de todas estas demandas y ofreciendo soluciones apropiadas para todos ellos.
Los lácteos cuentan con contrastados beneficios para la salud, respaldados por la comunidad científica y médica, aunque es cierto que no siempre son bien conocidos por la población, que está muy expuesta a los mensajes parciales, informaciones falsas o “fakenews” promovidos por colectivos anti-ganadería o anti-lácteos para favorecer otros productos menos beneficiosos para la salud pero que cuenta con grandes inversiones en marketing y publicidad.
Las últimas y más relevantes publicaciones internacionales recuerdan que la ingesta regular de leche y de productos lácteos se asocia con un mayor crecimiento y menor riesgo de obesidad en la infancia. En los adultos, el consumo se asocia con una mejora de la composición corporal y un riesgo reducido de mortalidad, enfermedades cardiovasculares y diabetes de tipo 2 así como con menor riesgo de padecer diferentes tipos de cáncer.
Entre las últimas evidencias científicas que refuerzan el valor de los lácteos o derriban mitos, se demuestra que los consumidores que beben de forma habitual grandes cantidades de leche no tienen niveles elevados de colesterol, de acuerdo con un artículo publicado en el “International Journal of Obesity”, que analizó tres grandes estudios de población con más de dos millones de personas.
En definitiva, “tenemos un sector vital para la economía, el empleo, el desarrollo rural y el mantenimiento de los ecosistemas que debemos preservar y potenciar. Y las acciones de I+D+i deben ser un pilar fundamental para garantizar su crecimiento y sostenibilidad”, concluye Elola.