El consumo de proteínas animales continuará creciendo en los próximos años, aunque a un menor ritmo que el experimentado hasta ahora, fundamentalmente por el impulso del aumento de la demanda en Asia, Latinoamérica y África, en contraste con el estancamiento que se espera en Europa. Así lo indica el informe “Future of Food: Proteína animal, retos y oportunidades para el sector cárnico español”, elaborado por Monitor Deloitte, que analiza la relevancia de la industria a nivel nacional, los desafíos a los que se enfrenta y propone una hoja de ruta en torno a siete palancas para mejorar su competitividad en los próximos años.
“El sector cárnico español, referente productor y exportador en Europa y con una gran y creciente relevancia estratégica y económica a nivel nacional, deberá transformarse para mantener su competitividad y robustecer su modelo exportador y de innovación a futuro ante los retos a los que se enfrenta en la actualidad, como el aumento de la exigencia regulatoria, el alto nivel de competitividad o el descenso del consumo a nivel nacional”, asegura Pedro Rodrigo, socio responsable de la iniciativa Future of Food de Deloitte.
Ante la situación actual, el estudio advierte que el crecimiento logrado en los últimos años no está garantizado a futuro debido a los retos a los que se enfrenta el sector, que debe transformarse para mantener su competitividad en el medio y largo plazo. De esta manera, los tres retos más críticos que se identifican son el aumento de la exigencia regulatoria en bienestar animal, sostenibilidad y antibióticos; el alto nivel de competitividad de otros grandes mercados productores internacionales; y el descenso en el consumo de productos de base cárnica a nivel nacional.
Miguel Sabater, senior manager de Monitor Deloitte y co-responsable de la iniciativa Future of Food de Deloitte, explica que “entre los principales desafíos y oportunidades del sector, destacan algunos relevantes como la necesidad de proteína animal en una población mundial creciente a pesar del estancamiento del consumo en Europa, la mejora de la reputación sectorial de cara al consumidor en España y en Europa, el desarrollo de la innovación y de la I+D para desarrollar productos y soluciones adaptadas al consumidor de hoy y de mañana, la necesidad de transformar la cadena de valor hacia una mayor concentración y verticalización y la oportunidad de impulsar la economía circular a lo largo de la cadena sectorial, entre otros”.
Las palancas clave para la transformación del sector cárnico en España
En este contexto, el informe de Monitor Deloitte plantea una hoja de ruta en torno a siete palancas estratégicas para guiar la transformación del sector y afrontar con éxito los retos analizados anteriormente:
1.- Mejorar la imagen y reputación del sector hacia el consumidor y las regiones con alta densidad ganadera.
2.-Transformar la estructura de granjas e industrias fomentando la integración vertical para garantizar el recurso y disponer del mejor talento.
3.-Impulsar la innovación hacia productos de mayor valor añadido.
4.-Desarrollar la presencia en mercados de valor en el exterior reduciendo la dependencia de China y aumentando la venta de productos de alto valor.
5.-Impulsar de la economía circular a través del aprovechamiento de subproductos y residuos del proceso productivo.
6.-Consolidarse como referente en bioseguridad mediante el refuerzo de medidas preventivas y el impulso de acuerdos de regionalización con mercados de destino clave.
7.-Impulsar el ecosistema alimentario español (Food Valley) como habilitador para posicionar el sector agroalimentario español como referente en competitividad, sostenibilidad y seguridad alimentaria.
Descenso del consumo en España
El consumo de alimentos ricos en proteínas animales (carne, el pescado y marisco, huevos) aumentará en los próximos años de manera significativa. Los datos del informe de Monitor Deloitte indican que, mientras en 2011 la demanda de estos productos a nivel mundial alcanzaba los 700 millones de toneladas, las estimaciones para 2030 ascienden hasta los 1.000 millones de toneladas.
Esta tendencia al alza del consumo de proteicos está liderada principalmente por los productos de la industria de proteína cárnica (avícola y porcina, particularmente), lo que demuestra la relevancia de este sector en la dieta de la sociedad y la importancia que tendrá en los próximos años.
Sin embargo, el auge del consumo de proteína cárnica varía considerablemente en función de la región: se espera que el mercado asiático aumente hasta concentrar para 2030 el 48% del consumo mundial, mientras que el consumo en el mercado europeo se verá reducido, pasando de un 20% en 2010 a un 16% para el final de la década.
En lo que respecta al mercado nacional, el sector de la proteína animal ha mostrado ser un motor de crecimiento dentro de la industria de Alimentación y Bebidas (IAB), representando un 24% del total de la facturación y un 3,8% del PIB de España. En concreto, la carne y los productos cárnicos se posicionan como la principal fuente de proteína animal en la dieta de los consumidores españoles, representado de media un 39% del total de las proteínas consumidas en 2020.
El sector cárnico nacional se ha consolidado desde 2010, pasando de facturar 19.000 millones de euros hasta alcanzar cerca de 34.000 millones de euros en 2022, con una configuración en la que prima el sector porcino, que supone un 63% de la facturación y reúne un 71% de las industrias cárnicas. Esta evolución que ha experimentado en los últimos años ha permitido posicionar a España como líder europeo en producción de carne de cerdo (tercero a nivel mundial por detrás de China y EEUU) y líder a nivel mundial en exportaciones por volumen.