La Confederación Española de Comercio (CEC) ha mostrado su preocupación ante los efectos que pueden causar la inflación actual a la campaña de Navidad, un momento crucial para el sector que, en algunos casos, supone hasta el 60% de la facturación anual.
Así, la CEC estimaba que la recuperación del comercio se iba a producir en el último trimestre del año, gracias al ahorro acumulado y a la evolución favorable de la pandemia en los últimos meses. Sin embargo, estas previsiones pueden verse afectadas como consecuencia del repunte de contagios además de la fuerte evolución al alza que está experimentando el IPC, que ya ha alcanzado en el mes de noviembre el 5,6%, la tasa más alta desde septiembre de 1992.
“Preocupa especialmente el reflejo de la actual dinámica de inflación en el precio final de los productos y la consiguiente afectación en la capacidad de gasto de las familias. Además, el posible aumento de los costes sobrevenidos referenciados a la evolución del IPC para las pymes y autónomos del comercio es otro de los factores que puede lastrar la recuperación del sector”, señalan desde la CEC.
La patronal del comercio alerta también de las posibles consecuencias de una subida en los tipos de interés con el impacto negativo que puede suponer para las micropymes y autónomos del sector ya que dificultaría el acceso a líneas de financiación y hacer frente a los créditos hipotecarios, algo vital en un contexto de recuperación.
Por último, la CEC señala que, a las puertas de la Navidad, va a resultar determinante también para las ventas la evolución de la situación epidemiológica y las restricciones que las diferentes comunidades autónomas puedan establecer si continúa en aumento el número de contagios. Como se ha comprobado desde el inicio de la pandemia, las restricciones a la movilidad y a la actividad de los establecimientos suponen igualmente una restricción al propio consumo.