Vegetal/es, la Asociación Española de Productores de Alimentos y Bebidas Vegetales, formada por Alpro, Biogran, Cubiq Foods, Foodys, Frías, Garden Gourmet, Iparlat, Liquats, Oatly, Sojasun, Soria Natural y Vivesoy, ha celebrado este jueves su III Summit anual, en el que se ha presentado el primer informe de impacto socioeconómico del sector plant-based en España. Este documento refleja la consolidación y el potencial económico de un sector que espera un crecimiento del 10% para 2025.
Con un crecimiento en 2023 del 9,4% con respecto al año anterior, el sector plant-based español alcanzó el año pasado cerca de 600 millones de euros en ventas, y se consolida como el cuarto mayor mercado vegetal de Europa, detrás de Alemania, Reino Unido e Italia. Este crecimiento refleja la creciente demanda de alternativas vegetales por parte de los consumidores, impulsada por nuevos hábitos alimenticios que reclaman más sostenibilidad y bienestar.
Según el informe, más de un tercio de los españoles consumieron productos de origen vegetal en 2023; de hecho, el 46% de los hogares incluyeron bebidas vegetales en su dieta, según el estudio, elaborado en colaboración con Analistas Financieros Internacionales (Afi) y con la participación de las doce empresas asociadas a Vegetal/es, que analiza el desempeño del sector en 2023 y resalta su impacto económico, social y medioambiental, así como su papel esencial en la transición hacia sistemas alimentarios sostenibles.
El impacto económico del sector se extiende más allá de las ventas. En 2023, el sector plant-based español, compuesto por unas 60 empresas, generó un Valor Agregado Bruto (VAB) de 355 millones de euros, demostrando su contribución significativa a la economía nacional. Su efecto multiplicador es notable: cada euro de valor añadido en el plant-based genera 3,7 euros adicionales en el resto de la economía, y cada empleo directo se traduce en 3,9 empleos adicionales.
Las empresas de Vegetal/es también destacan por su impacto social y territorial, con la generación de más de 6.500 empleos directos, indirectos e inducidos, un aumento del 9,4% en comparación con el año anterior. Esta actividad refuerza el papel del sector como motor económico y vertebrador del desarrollo local, fomentando la cohesión social a través de su presencia a lo largo del país.
Natalia Berenguer, presidenta de Vegetal/es, señala que “estos datos reafirman que la categoría plant-based está plenamente integrada en la sociedad, con un aporte claro a la economía del país, porque representa una respuesta a las crecientes demandas de los consumidores por opciones más sostenibles y saludables en su alimentación”.
Por su parte, Diego Vizcaíno, socio director del Área de Economía Aplicada de AFI (Analistas Financieros Internacionales) expone que “la relevancia del sector plant-based sigue creciendo en el contexto del sector agroalimentario español a través de la generación de VAB y la creación de empleo; y, a su vez, se erige como un pilar clave en las estrategias de transformación del sistema alimentario a escala europea”.
Sostenibilidad e innovación: claves del crecimiento
El informe subraya el papel estratégico del sector plant-based para afrontar los desafíos alimentarios globales, especialmente ante el crecimiento poblacional en España, que podría superar los 55 millones de personas para 2050. Los productos de origen vegetal destacan por su sostenibilidad, puesto que se calcula que requieren un 80% menos de agua, un 70% menos de tierra y reducir hasta 2,1 toneladas de CO₂ al año por persona.
España se ha consolidado como un referente en innovación agroalimentaria, respaldada por un ecosistema foodtech vibrante con 420 startups distribuidas por todo el territorio nacional, destacando en Madrid, Cataluña, País Vasco y Andalucía. Este dinamismo atrajo inversiones de 226 millones de euros en 2023, posicionando al país como uno de los ecosistemas de tecnología alimentaria más avanzados de Europa.
El sector también se alinea con las políticas del Gobierno de España y la Comisión Europea, que promueven la transición hacia sistemas alimentarios más sostenibles. Iniciativas como la reducción del IVA en productos sostenibles y el Plan de Acción para los Alimentos plant-based, previsto para 2026, refuerzan su relevancia como respuesta real y sostenible a las demandas de los consumidores y del planeta.
En palabras de Berenguer, “este informe confirma que los consumidores buscan opciones saludables y sostenibles y que el sector responde a esta demanda con prácticas responsables. La innovación tecnológica que aportamos promueve, además, una economía circular que optimiza los recursos y minimiza los residuos, reafirmando la vocación del sector de impulsar la transición hacia sistemas alimentarios más sostenibles”.
La importancia de un marco regulatorio claro y específico
Para garantizar un crecimiento sostenible y satisfacer las demandas de los consumidores, el sector plant-based necesita un marco legal propio que defina sus productos, establezca características específicas y delimite estándares claros de calidad, composición y materias primas. Estas medidas son esenciales para generar confianza, garantizar la seguridad en la cadena alimentaria e integrar al sector en iniciativas como guías nutricionales y programas escolares.
Desde Vegeta/es se enfatiza “la importancia de contar con un marco normativo claro que, por un lado, minimice riesgos regulatorios y, por otro, impulse la expansión hacia nuevos mercados, fomente la innovación tecnológica y asegure elevados estándares de sostenibilidad y calidad nutricional. Este enfoque resulta esencial para avanzar hacia un equilibrio más sostenible en el consumo de proteínas animales y vegetales en Europa, apoyar la creciente transición hacia opciones plant-based y facilitar que los consumidores adopten estos hábitos de manera informada y responsable”.