Los datos aportados por el Consejo Oleícola Internacional (COI) revelan que el consumo mundial en la campaña 2022/2023 se sitúa en un 5,7% menos respecto a la campaña anterior y España se encuentra a la cabeza de la lista de países de la Unión Europea que han visto descender su consumo, con un 27,6% menos que la campaña anterior. A bastante distancia se hayan otros productores como Francia o Portugal, cuyo consumo ha descendido un 5,1% y 3,2% respectivamente.
Estas cifras han sido expuestas durante la ponencia “Radiografía del sector del aceite de oliva en el mundo”, de la mano de Juan Luis Vicente, jefe del departamento de Estudios Económicos y Estadística del Consejo Oleícola Internacional (COI), en el Congreso Mundial del Aceite de Oliva (OOWC), que ha comenzado este martes.
Vicente destacó que en los países de la Unión Europea la producción respecto a la anterior campaña ha descendido un 33’8%. En el caso de España, durante la pasada campaña la producción ascendió a un total de 1.412.000 toneladas para pasar a 780.000 toneladas en la campaña 2022/2023, un descenso del 47,7%. Lo mismo ha ocurrido en Italia y Portugal, donde ha descendido un 28,6% y 39,4% respectivamente. En el caso de Grecia la producción para esta campaña ha aumentado un 50,9%.
Asimismo, el experto señaló como a nivel mundial, según las estimaciones del COI, la producción de aceite de oliva ha descendido respecto a la anterior campaña y es que “durante la campaña 2021/2022 la producción se situó en 3.724.000 toneladas, mientras que para la campaña 2022/2023 los datos señalan una producción de 2.730.000 toneladas, lo que supone un descenso del 19,7%”.
Por otra parte, en el caso de las importaciones, el miembro del COI señaló como principales países dentro de la Unión Europea a España e Italia, con un 38,6% y 32,2% de subida respecto a la campaña 2021/2022. En el caso de las exportaciones, la campaña el aceite de oliva en Francia ha sufrido un descenso respecto a la campaña 2021/2022 del 63,9%, seguida de España con el 35,8%, Italia con un 20,9% mientras que en Grecia ha crecido el 14,3%. A nivel global existe un descenso del 16,6%.
Con una campaña muy corta, en España los precios en origen del aceite de oliva vuelven a repuntar y la histórica caída de la producción amenaza con seguir presionando los precios al alza. “En el caso de España, las últimas cifras del COI sitúan el aceite de oliva virgen extra en 527,5 euros los 100 kg, un 58,2% más respecto al mismo periodo de 2021/2022. Una situación que existe de forma similar en otros países productores”, afirmó Vicente.
Retos del sector
Tras esta ponencia ha tenido lugar una mesa redonda en la que se han abordado ‘Los retos y oportunidades para el sector’, moderada por Pedro Antonio Martínez, director de Agrobank DT Castilla-La Mancha, y que ha contado con la participación de Esteban Momblán, Gerente Interoleo; Mariana Matos, secretaria general de Casa do Azeite de Portugal; Nicola Carbone, Agregado económico de la Embajada de Italia en Madrid; y Felipe Medina, secretario general Técnico de Asedas.
Los integrantes de la mesa destacaron la internacionalización de las empresas del sector como uno de los retos primordiales para los profesionales, además de una apuesta por la sostenibilidad económica y el compromiso del sector en este sentido.
Del mismo modo, los participantes señalaron la necesidad de establecer estructuras más competitivas, tanto en el campo como en la producción y comercialización del aceite de oliva, y, por otro lado, la búsqueda de relaciones comerciales estables y la cooperación de los distintos eslabones de la cadena en la comunicación y promoción de este producto enfocada al consumidor.
Por su parte, Mariana Matos destacó que en Portugal “más del 60% de las exportaciones a granel son con destino a Italia y España” y añadió que en el país conviven dos realidades, “un sector del aceite de oliva nuevo y muy profesionalizado y un 75% del área geográfica donde existen problemas de estructura, en el que hay que intervenir para ganar más dimensión y mantener la sostenibilidad social y medio ambiental de estas regiones”. Asimismo, Matos señaló que otras prioridades son “ganar en consumidores, donde la tendencia mundial es decreciente, y también seguir trabajando en el desarrollo de mercados”.
Por otro lado, Nicola Carbone recordó que los retos de Italia pasan por invertir en la investigación y desarrollo para prevenir las enfermedades que puedan afectar al cultivo, rejuvenecer las plantaciones de olivo y mecanizarlas para rebajar el precio de mano de obra y convencer a los productores de unirse para aumentar la competitividad”. Italia exporta un 3% de su producción anual de aceite de oliva a mercados internacionales como son Estados Unidos, Francia, Alemania y Japón. “En Italia tenemos más de 350 variedades de cultivo en producción, que representa más del 42% del Patrimonio Mundial de tipos de aceite de oliva del mundo, lo que supone que tengamos 49 Denominaciones de Origen de Aceite de Oliva, que se traduce en el 40% de todas las DO de la Unión Europea”.