Antes de la pandemia los españoles creían que la acción individual era fundamental para cuidar el planeta y ya estaban poniendo en práctica cambios en sus hábitos de consumo. El 83% consideraba que cada individuo es tan responsable de la sostenibilidad del planeta como el gobierno, los organismos internacionales y las empresas, y el 76% ya había cambiado sus hábitos anteriormente para luchar contra el cambio climático. Tras el Covid-19, parece que esta tendencia se confirma.
Así lo confirma un estudio realizado por Wallapop en colaboración con Ipsos que revela que, ahora, un 87% de los españoles cree que puede influir en los cambios que vendrán y el 37% admite que intentará cambiar sus hábitos individualistas para pensar en colectivo. Las prioridades a largo plazo cambiarán y los ciudadanos se enfocarán en su comunidad más cercana.
En términos de consumo, el 80% seguirá buscando productos más sanos y respetuosos con el medio ambiente y el 77% incorporará el comercio local a su consumo habitual. En cuanto a hábitos más sostenibles, dos tercios de los españoles están dispuestos a evitar productos nuevos, favoreciendo la reparación o comprando de segunda mano y una mayoría (88%) declara que separar los residuos y reciclar ya son parte de su nueva rutina post coronavirus.
Además, el 73% de los españoles cree que, a largo plazo, la crisis climática es tan importante como la del Covid-19 y dos tercios apoya una “recuperación verde” para esta crisis. Casi la mitad (48%) de los españoles ni siquiera está de acuerdo en que los gobiernos se centren en recuperar la economía a toda costa, especialmente si eso significa tomar medidas que sean perjudiciales para el medio ambiente. Además, preguntados sobre si el Covid-19 llevará a un mayor activismo ambiental, el 51% cree que veremos más gente luchando por proteger el medio ambiente.
Además del cambio climático, que encabeza el ranking de las preocupaciones, los consumidores también ven efectos directos en catástrofes naturales y mares contaminados (45%), niveles de polución de un aire cada vez más irrespirable (36%), y una sobre utilización de plásticos de difícil desaparición (36%).