Los datos relativos a los compradores online de países europeos como Alemania, Austria, Suiza, Francia, Italia, España y Países Bajos, revelan que el 70% de los usuarios está dispuesto a pagar más dinero si los envíos son sostenibles, según un estudio de Seven Senders, que destaca que este dato, que en 2021 se cifró en un 54%, demuestra que la concienciación aumenta a pasos agigantados.
Y es que, el elemento clave para la transformación más sostenible del comercio electrónico es el cambio de hábitos de los consumidores y la reducción del impacto medioambiental provocado por el transporte. Y actualmente, el conjunto de la población está mucho más concienciada con la importancia de impulsar cambios que pongan el foco en cuidar y respetar el planeta, demostrando así su preocupación por reducir la huella ecológica y luchar contra el cambio climático. Este cambio se traslada también a la hora de consumir de una manera más sostenible.
El estudio de Seven Senders muestra que la mejor práctica es una buena orientación al usuario. Proporcionar al consumidor la información relativa al impacto medioambiental que generan los envíos cuadriplica las posibilidades de que se escoja una opción de envío sostenible.
El trabajo plasma que el comercio minorista online depende de la cooperación de sus clientes para alcanzar sus objetivos climáticos. Thomas Hagemann, fundador y codirector de Seven Senders considera que, “una reducción de la tasa de devoluciones reduce la contaminación ambiental. Además, las entregas en puntos de recogida representan grandes beneficios medioambientales. Para reducir el impacto y ahorrar toneladas de CO₂ es necesario trabajar en cooperación con los clientes. Es más, Seven Senders incluso cuantifica exactamente cuánto en el marco de un modelo de cálculo certificado por DEKRA: Las entregas en puntos de recogida reducen 300 g de CO₂ por paquete en comparación con la entrega a domicilio”.
El comercio online vs el comercio tradicional
El comercio online quiere reducir su impacto en el planeta, aunque en comparación al comercio tradicional, su impacto medioambiental es menor. Las emisiones de CO2 calculadas por producto vendido en Internet son inferiores en un factor de media de 2,3. Sin embargo, todavía hay margen de mejora en cuanto al impacto medioambiental de las compras online. La mayor parte de las emisiones emitidas por parte de la venta online provienen del transporte, tanto el de primera como última milla. En concreto, según el estudio las emisiones provocadas en el proceso de transporte representan entre el 35% y el 65% del impacto medioambiental total del ecommerce.
Las soluciones logísticas neutras en cuanto a emisiones de CO₂ aún se contemplan en un futuro lejano. Sin embargo, el planeta necesita soluciones rápidas y eficaces. El estudio de Seven Senders sugiere que crear estrategias sostenibles puede ser una ventaja competitiva, así como un motor de crecimiento para los minoristas del ecommerce que actúan de una manera responsable. Gracias a las economías de escala de la logística en el ecommerce, así como los hábitos de consumo de los distintos mercados europeos, incluso una expansión pueden tener impactos positivos en la huella de carbon.
En cualquier caso, Hagemann ve a los minoristas electrónicos encaminados hacia la sostenibilidad. «Ninguna otra industria se está desarrollando tan dinámicamente como el comercio minorista online, que conoce la disrupción como ninguna otra. Responder a los deseos de los consumidores desde el principio y aplicarlos con rapidez y eficacia es uno de sus puntos fuertes. El intenso debate sobre la protección del medio ambiente y el clima, así como una mayor sostenibilidad en el consumo, puede ser aprovechado una vez más por los minoristas electrónicos para crecer y ganar fuerza», asegura.