El consumo de productos plant based está creciendo en España, una tendencia en los hogares que va a ir a más ya que hasta el 70% de la población prevé incrementar su consumo en un futuro próximo, según recoge el estudio “El consumidor de productos plant based”, elaborado por Aecoc Shopperview, la Asociación de Fabricantes y Distribuidores y que ha contado con la colaboración de NeWind Foods, marca española referente en la elaboración de productos de proteína 100% vegetal.
El análisis concluye que cerca de un 50% de los consumidores ha comprado productos de este tipo en los últimos meses, es decir, una de cada dos personas, donde cabe destacar que el 54,5% responde a un perfil femenino situado entre los 25 y 45 años, que conviven en pareja, tienen hijos menores de edad y residen en grandes ciudades. Cabe destacar también que del 26% de la población que es vegana, un 57,7% se declara consumidor de plant based.
Este incremento del consumo viene determinado principalmente porque la proteína vegetal cada vez más se asocia a una alimentación saludable y es sinónimo de cuidado, tanto de la salud como del planeta, en pro de una mayor sostenibilidad, señala el trabajo.
A este respecto, el informe señala dos tipos de actitudes, la tradicional que apuesta por comer todos los alimentos y la evolucionada que se inclina por comer todos los nutrientes, lo que da lugar a cuatro grupos de consumidores plant based:
-Responsable: consumidor de proteína animal, principalmente de carne roja, pero que reduce su frecuencia y les resulta suficiente con su idea de cuidado.
-Comprometido: en este caso, tienden a eliminar el consumo de proteína animal, independientemente del origen y están abiertos a su consumo ocasional.
-Militante: perfil cercano al vegetariano y vegano, que además de eliminar por completo el consumo de proteína animal, no tolera ningún tipo de alimento procesado.
-Salud-necesidad: este grupo corresponde a la parte de la población que deben llevar dietas especiales.
En cuanto a cómo se inicia el consumo de proteína vegetal, su origen responde a diversas procedencias siendo las principales: los hábitos familiares, la presencia en el punto de venta, el consejo profesional, recomendación de conocidos y el factor “moda” provocado por los distintos canales de comunicación y promociones.