En el escenario actual en el que la vuelta a la normalidad pre-Covid parece cada vez más lejana, los ciudadanos continúan adaptándose a un nuevo modo de vida que está teniendo, además, un claro impacto en el comercio físico. Y es que, a pesar de que los consumidores están volviendo poco a poco a realizar sus compras en las tiendas físicas, el auge de la compra online provocado durante los meses de confinamiento sigue vigente.
De hecho, según los resultados del estudio Essentials de Ipsos, en España, el 45% de los encuestados afirman que ahora están realizando más compras online que antes de la llegada del coronavirus. De este modo, la compra online se posiciona como una alternativa a la compra física.
Además, el 42% de los que realizan sus compras online afirman que disfrutan más buscando y descubriendo productos online que en una tienda física, y un 45% admite que le estresa más comprar en establecimientos físicos que a través de Internet. Asimismo, para el 72% de españoles la compra online les permite evitar el contacto con los productos, reduciendo así la posibilidad de contagio.
No obstante, a pesar del miedo inicial tras el confinamiento por volver a los centros comerciales y las tiendas físicas, se percibe como esa sensación semana a semana se va reduciendo y vemos como cada vez más gente está yendo a estos puntos físicos e incluso se animan a probarse ropa y calzado. En este sentido, los españoles están entre son los europeos que menos cómodos se sienten probándose ropa y calzado, con sólo un 33% que ya lo hace, frente al 50% de los italianos, el 49% de los franceses y el 40% de los alemanes.
“En este contexto del incremento de la compra online, los alimentos y bebidas se siguen realizando en los establecimientos físicos, de hecho, en esta categoría no se aprecia casi diferencia en la balanza entre compra física y online entre la actualidad y la época pre-Covid. Lo que sí vemos, es que los consumidores prefieren tiendas pequeñas, el comercio local ofrece más confianza y se percibe como más seguro”, señala el estudio.
En categorías como la moda, la decoración de interiores, juguetes y artesanía sí que ha aumentado la compra online y además, son categorías que han incrementado sus ventas tras un parón durante los meses del confinamiento.
Por último, dentro de los hábitos de compra de alimentación, se están detectando ciertas tendencias a las que prestar atención en los próximos meses, como una ligera reducción en la compra de productos “capricho” como snacks, chocolates, bebidas con gas, cerveza y comida preparada, que, aunque siguen siendo altas, no lo son tanto como de forma habitual. El gasto que se deja de hacer en estos productos parece que se deriva a las opciones más orgánicas o naturales, detectando así una tendencia a optar por la calidad y lo saludable en este tipo de consumo.