Aunque casi seis de cada 10 españoles afirman que la situación económica de su hogar no ha cambiado, otros cuatro (39%) declaran que ésta es peor que antes de la crisis del coronavirus, según se desprende de la cuarta oleada de la Encuesta Funcas sobre el coronavirus que recoge información sobre opiniones y conductas de la sociedad española entre el 30 de marzo y el 3 de abril, una vez aprobada la prórroga del estado de alarma.
Según este trabajo, si bien la percepción negativa está más extendida entre los hombres que entre las mujeres (41% frente 37%), las diferencias más notables las marca la edad. Así, la población mayor de 64 es la que muestra un mejor mantenimiento de su economía (el 79% afirma que la situación económica de su hogar es igual a la de antes del coronavirus). Por el contrario, entre la población de 25 a 54 años la percepción de un deterioro de la situación económica de sus hogares es más acusada, alcanzando a alrededor del 50% de los entrevistados.
Esta evolución negativa afecta en mayor medida a los hogares en los que viven menores de 16 años. Casi la mitad de entrevistados que conviven con menores (47%) consideran que sus circunstancias económicas se han deteriorado, algo que afirman poco más de un tercio (36%) de quienes viven en hogares sin menores.
Por otro lado, aun cuando la fecha de retorno a las condiciones que permitan la reactivación de la economía siga en el aire y la gestión del confinamiento presente absorba buena parte de los pensamientos diarios, muchos se plantean cómo será ese proceso de recuperación (o “reconstrucción”) económica que comenzará cuando se logre controlar la crisis sanitaria.
La opinión al respecto es bastante pesimista. En una escala de 0 a 10, la puntuación media que se obtiene de las respuestas de los entrevistados ante la frase “la economía española se recuperará con rapidez cuando acabe la crisis del coronavirus” se sitúa en 3,8. Este escepticismo sobre la capacidad de recuperación de la economía española es más perceptible entre las mujeres que entre los hombres (3,5 y 4 respectivamente), así como también entre los más jóvenes (menos de 25 años: 2,8; 65 o más años: 4,6). Se halla asimismo más extendido entre los entrevistados con estudios universitarios (3,3) que entre el resto de los entrevistados.