El grupo Ebro Foods ha alcanzado un importe neto de la cifra de negocio de 2.183 millones de euros, entre enero y septiembre, un 24,6% más que en los nueve primeros meses de 2021, gracias al buen comportamiento de sus marcas, que siguen gozando de la confianza del consumidor.
Así lo ha destacado la compañía en un comunicado en que señala que, en un entorno de máxima dificultad, el Grupo registra un importante aumento tanto en ventas como en EBITDA-A, “demostrando la consistencia de su modelo de negocio también en escenarios adversos”.
En concreto, el EBITDA-A sube un 10,7% hasta los 244,8 millones respecto al mismo período de 2021, tras incrementar un 3% la inversión en publicidad, hasta los 58 millones, mostrando el claro apoyo y compromiso con el desarrollo de sus marcas.
Sin embargo, el Beneficio Neto a perímetro comparable decrece un 15,8%, hasta 96,9 millones, por dos factores: el fortalecimiento del dólar en el último trimestre, que tiene un impacto negativo de 12 millones; y la pérdida generada en la desinversión de Roland Monterrat, que asciende a 20 millones.
“Si aislamos estos dos parámetros de carácter eventual y extraordinario, el incremento del beneficio neto alcanzaría un 15,3%”, destaca el grupo. De este modo, la deuda neta se sitúa en 712 millones, 207,3 millones más que a cierre del ejercicio 2021.
Por áreas de negocio, el segmento de arroz ha registrado unas ventas de 714 millones y el EBITDA-A alcanza los 213,3 millones. “La alta inflación de costes (logística, materias primas, energía, etc.) ha seguido en línea con la de trimestres anteriores, afectando a todos los ámbitos operacionales”, asegura la compañía.
“Cabe destacar la solidez que están mostrando las marcas en un contexto de predisposición al ahorro y la positiva evolución de los productos de alto valor: aromáticos, instantáneos, premium y microondas”, añade.
La división de pasta, por su parte, obtuvo unas ventas de 479,6 millones y un EBITDA-A de 41,2 millones. Al igual que en arroz, esta división también se ha visto afectada por la elevada inflación de costes, que se sitúa en 52 millones.
“En lo que respecta a las materias primas, el negocio afronta una situación de altos precios en el segmento de pasta fresca, ya que la caducidad de sus ingredientes no permite realizar políticas de aprovisionamiento a largo plazo”, explica el grupo.
Para el cierre del ejercicio, Ebro prevé una cifra de negocio de entre 2.750 y 2.800 millones. El EBITDA-A estimado se situará en una horquilla de entre 315-320 millones, “un hito muy importante, teniendo en cuenta la complejidad del contexto, que nos acerca a nuestro objetivo de alcanzar la misma rentabilidad que teníamos antes de la desinversión de Panzani (353 millones)”, ha asegurado la compañía.