El estudio de supermercados de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), dado a conocer este lunes, permite conocer cuáles son los supermercados más caros y los más baratos de España. Al igual que ocurrió el año pasado, el hipermercado Alcampo de Coia en Vigo vuelve a ser el más barato de los establecimientos visitados por OCU. Y también al igual que en 2019, los dos establecimientos de Sánchez Romero de Madrid son los más caros del estudio.
En su estudio OCU publica los datos de todos los establecimientos visitados en cada ciudad, pero para todos aquellos consumidores que no viven en las 65 ciudades donde se ha realizado el estudio, OCU elabora un índice de cadenas que permite a los consumidores conocer el nivel de precios de los establecimientos cercanos.
Así, en 2020 las cadenas locales más baratas han sido Dani y Economy Cash y las cadenas regionales Tifer y Cash Fresh resultan las más baratas. Por último, Alcampo y Supeco son las cadenas nacionales con mejor nivel de precios. Las cadenas locales más caras son Sánchez Romero y Sorli Discau; Plus Fresc y Condis son las más caras a nivel regional y Ulabox y Suma las más caras a nivel nacional.
De los datos del estudio de OCU también se desprenden las notables diferencias de precios que hay entre las distintas ciudades. Este año Jerez de la Frontera es la ciudad más barata del estudio. Le siguen Teruel, Zamora y Ciudad Real. En el lado opuesto se sitúa Las Palmas de Gran Canaria como la ciudad más cara, seguida de Palma de Mallorca y Barcelona.
Si se comparan las Comunidades Autónomas, Castilla-León, Murcia, Extremadura, Asturias, Galicia y Andalucía son las comunidades más baratas, mientras que Cataluña, País Vasco, Canarias y Baleares son las más caras.
Ahorro de 971 euros según dónde se compre
A pesar de la subida de precios, el estudio de OCU pone de manifiesto que es posible conseguir un ahorro importante comprando en el establecimiento más barato. Este año el ahorro medio desciende hasta los 971 euros, una bajada que se explica por la mayor homogeneidad de precios entre los establecimientos debido sobre todo a la menor subida de precios de los establecimientos más caros.
Aun así, se trata de una cifra importante que supone un 19% del gasto medio anual de una familia, esto es, una familia media podría comprar durante casi dos meses y medio más comprando en el establecimiento más barato. No obstante, las posibilidades de ahorro varían mucho entre ciudades.
El ahorro máximo se consigue en Madrid y alcanza los 3.226 euros, debido sobre todo a la gran diversidad de oferta comercial con la que cuenta la capital de España. Por el contrario, Cuenca es en 2020 la ciudad en la que resulta más difícil ahorrar ya que solo hay 247 euros entre el establecimiento más caro y el más barato. Además de Madrid, las ciudades con mayores ahorros son Alcobendas (2.690 euros), internet (2.068 euros) Barcelona (1.966 euros) y Gerona (1.632 euros). Por el contrario, las ciudades donde menos se puede ahorrar son, además de Cuenca, Ciudad Real (261 euros), Ávila (268 euros), Soria (275 €) y Puertollano (307 euros).
La evolución de precios en las principales cadenas ha sido dispar. En la cesta OCU de productos de marca, solo Carrefour ha bajado los precios. Las cadenas donde más aumentado el coste de la cesta han sido Eroski Center, Supersol y Mercadona.
En la Cesta Económica, la que recoge los productos más baratos y de marca blanca, hay mayor diversidad de comportamientos, ocho cadenas han bajado sus precios, destacan Carrefour Market, Dia Maxi y Dia Market. Por el contrario, en la inmensa mayoría de las cadenas a nivel nacional han subido precios destacando las subidas de Eroski Center y AhorraMas.
OCU advierte que el impacto del coronavirus se está notando en los supermercados, con un cambio de hábitos en los consumidores que compran menos veces, pero más cantidad. Además, adquieren más productos que ahora no consumen fuera del hogar y muchos más a través de internet. Pero la principal repercusión está en la subida de precios, muy por encima de un IPC que actualmente está en términos negativos, y ve aumentado su impacto por la más que previsible reducción del gasto de las familias, como ya ocurrió en 2008.