La Asociación de Organizaciones de Productores de Frutas y Hortalizas de Almería (Cohexpal) ha celebrado su 47ª Asamblea General Ordinaria en la que presentó el balance de la pasada campaña 2023/2024, en la que se produjeron 3,93 millones de toneladas, un 4% más que el año precedente, con un valor de comercialización de 3.953 millones de euros, un 11% menos.
El gerente de Coexphal, Luis Miguel Fernández, señaló al respecto que “si se establece una comparación con las tres campañas anteriores (20-21; 21-22 y 22-23), la disminución sería solo de un 1,9% del valor comercializado».
Uno de los factores que han afectado a la campaña 2023/2024 ha sido “la estructura de costes de cerca del 20% que hace que tengamos que vender más caro para poder cubrir esos costes”, según el gerente de Coexphal, que además expuso que la nueva campaña “va a ser muy importante porque durante este año y el que viene se va a decidir en Europa hacia dónde va la próxima Política Agraria Común y debemos hacer un gran trabajo de lobby en Bruselas con todas nuestras organizaciones como Areflh, Eurocofel, Copa – Cogeca, para que la anunciada estrategia esté basada en la protección del producto europeo, basada en la protección del agricultor, con la sostenibilidad por bandera, pero sin restarle competitividad como hemos visto la PAC de los diez últimos años”.
Tras la parte privada de la Asamblea de Coexphal, asociación integrada en Fepex, se celebró la jornada ‘La Agricultura que viene, ya está aquí. Ciencia, innovación y tecnología como motor de cambio para el sector hortofrutícola y ornamental’ que contó con la ponencia ‘Invernaderos y Centros de Producción en 2070’ impartida por Esteban Baeza, investigador del CIT COEX.
Para este experto, “los invernaderos del futuro se convertirán en centros de producción más eficientes y sostenibles gracias a la digitalización y la inteligencia artificial (IA). Estas tecnologías optimizarán la gestión de recursos, desde el clima hasta la fertilización y el control de plagas, permitiendo la automatización y una supervisión precisa de los cultivos. Innovaciones como la sensorización avanzada, la visión artificial y nuevos materiales de cubiertas permitirán a los agricultores gestionar sus cultivos de forma más efectiva, mientras que los robots colaborativos asumirán tareas repetitivas. Además, el uso de energías renovables y la captura de CO2 harán a los invernaderos más sostenibles. En resumen, la tecnología y la sabiduría humana se complementarán para asegurar un futuro prometedor para la agricultura bajo invernadero”.