CCOO denuncia que Bimbo vuelve a atemorizar a sus transportistas con el beneplácito de la UGT ya que señala que la empresa firmó un acuerdo con este sindicato que no limita la jornada laboral. “Los transportistas volverán a su casa cuando finalicen la ruta. Si no lo aceptan, les cambiarán los clientes y reducirán sus ingresos”, explica CCOO, que asegura que la firma de bollería industrial “no quiere que sus transportistas tengan una relación laboral con la compañía. Tampoco quiere que CCOO les represente”.
Asimismo, explica que al reducir los días laborales a cinco, acaba con las trescientas rutas que realizaba el personal que tiene en nómina en el área comercial. “Si se sale con la suya, esos trescientos trabajadores abandonarán la empresa mediante un expediente de regulación de empleo y se quitará el problema de un plumazo”, añade.
Por otro lado, el sindicato afirma que “la estrategia que sigue Bimbo para debilitar a CCOO en la parte comercial es igual de perversa. El Acuerdo de Interés Profesional (AIP) que acaba de firmar con UGT no es un convenio. Para que se aplique a los autónomos económicamente dependientes, los conocidos como TRADES, tienen que adherirse y estar afiliados a una organización que lo haya rubricado”.
La marca de pan y bollería industrial se aprovecha así, añade CCOO, “de las ventajas que le ofrece este modelo para debilitar, en la medida de lo posible, a un sindicato combativo del área comercial. Aunque el acuerdo asegura que es de aplicación voluntaria, la empresa amenaza a sus transportistas. Les recuerda que si quieren mantener su ruta, su canal de distribución y su nivel de ingresos, deben adherirse al mismo y afiliarse a UGT, el único sindicato que con su firma legalizó la precarización de las condiciones laborales”.
Según CCOO, “lo que hoy ocurre en Bimbo es consecuencia de lo que sucedió en el año 2011, cuando la empresa cambió mediante un ERE su red comercial y obligó a los trabajadores y trabajadoras a suscribir un contrato mercantil, utilizando la figura de los autónomos económicamente dependientes para legalizar su situación. Transformó a los vendedores con relación laboral en transportistas autónomos”.
“Siete años después la empresa amenazó a sus TRADES con perder su empleo si no aceptaban jornadas de diez horas y menos derechos. CCOO denunció el caso y consiguió que Bimbo echara el freno. En 2018 firmó un acuerdo que supuso un gran esfuerzo para los transportistas, porque establecía una jornada de 50 horas”, añade el sindicato, que denuncia que, ahora, “la empresa vuelve a las andadas. Quiere que su jornada no tenga límites (con el riesgo que supone estar al volante tantas horas) y les atemoriza”.
Por último, CCOO recuerda a Bimbo que “si no cede, el conflicto está servido. Firmará el acuerdo que se pactó con UGT sin una verdadera negociación si la voluntariedad es real y la jornada está en el límite del AIP de 2018”.