Carmila, empresa comprometida con la responsabilidad social y ambiental, continúa avanzando en su estrategia de ASG (Ambiental, Social y de Gobierno) con un enfoque claro en la reducción de emisiones de CO2, la eficiencia energética y la promoción de la biodiversidad en sus centros comerciales. Una de sus últimas iniciativas destacadas es la creación de un huerto terapéutico solidario que ya está en funcionamiento en su centro comercial El Paseo, ubicado en el Puerto de Santa María.
Esta iniciativa se enmarca dentro de la estrategia de ASG de Carmila, que busca generar un impacto positivo en las comunidades a las que sirve. Fátima Álvarez-Cofiño, gerente de ASG en Carmila, explica que «además de los beneficios terapéuticos y solidarios, este tipo de iniciativas fomentan la conciencia ecológica, el respeto por el medio ambiente y la promoción de una alimentación saludable, valores que son fundamentales para Carmila en la definición de sus líneas de actuación».
El huerto terapéutico solidario es un proyecto anclado en la biodiversidad y tiene como objetivo proporcionar formación a beneficiarios de diversas entidades sociales. A través de este proyecto, los participantes aprenden técnicas de agricultura y establecen un contacto diario con la tierra, lo cual ha demostrado ser beneficioso para su desarrollo personal.
La primera fase del proyecto se ha llevado a cabo en el centro comercial El Paseo, donde los usuarios de Afanas El Puerto y Bahía, una asociación que se dedica a atender a personas con discapacidad intelectual, siembran, cultivan y cosechan verduras y frutas. Estos productos se destinan a comedores sociales con el fin de ayudar a las familias necesitadas.
La actividad comenzó en mayo y ha dado sus primeras cosechas de calabacines, berenjenas, tomates, acelgas, melones, sandías y pimientos. Los usuarios de Afanas reciben formación especializada de un agricultor que los guía en cada etapa del cultivo.
Sandra Fernández Garrido, gerente del centro comercial El Paseo, expresó su orgullo por esta iniciativa que beneficia tanto a quienes trabajan en el huerto a diario como a quienes reciben los productos cultivados. Carmila continúa demostrando su compromiso con la biodiversidad y la responsabilidad social en sus operaciones.