El fabricante de bebidas espirituosas Campari ha registrado unas ventas de 1.772 millones de euros durante el 2020, lo que supone un descenso del 3,8% con respecto a la facturación de 2019. Asimismo, obtuvo un beneficio neto de 187,9 millones de euros, un 39,1% menos que el año anterior.
Por áreas geográficas, la facturación en América se redujo un 5,8%, hasta los 773,9 millones de euros, mientras que en Europa del Sur, Oriente Próximo y África el descenso fue del 7%, hasta los 463,6 millones de euros. En el resto de Europa las ventas ascendieron a 403,7 millones, un 2,5% más, mientras que en Asia-Pacífico se situaron en 130,8 millones un 1,8% más.
De esta forma, el resultado bruto de explotación (Ebitda) fue de 309,8 millones de euros, un 32,4% menos que el conjunto del año 2019.
Según ha asegurado Bob Kunze-Concewitz, consejero delegado del fabricante italiano, “nuestro desempeño general en 2020 mostró una fuerte resistencia empresarial y un impulso de marca en combinaciones clave fuera de las instalaciones de marca y mercado, respaldado por tendencias de venta de entradas de dos dígitos. Durante 2020, mientras continuamos ejecutando nuestra estrategia a largo plazo también a través de fusiones y adquisiciones, aumentamos nuestras inversiones para impulsar nuevas oportunidades de consumo doméstico y orientamos nuestra organización hacia formas de trabajo más ágiles y nuevas prioridades comerciales”.
“De cara a 2021, aunque nuestras marcas continúan siendo muy saludables con una fuerte atracción por parte del consumidor, nuestra perspectiva sigue siendo cautelosa principalmente debido al momento incierto relacionado con las restricciones en curso y el lanzamiento de la vacuna”, ha añadido.