La UE se ha comprometido a alcanzar la Meta 12.3 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) global para reducir el desperdicio de alimentos per cápita en el comercio minorista y el consumidor para 2030 y disminuir las pérdidas de alimentos a lo largo de las cadenas de producción y suministro de alimentos.
En concreto, la Comisión Europea propone que, para 2030, los Estados miembros reduzcan el desperdicio de alimentos en un 10% en el procesamiento y la fabricación, y en un 30% (per cápita) conjuntamente en el comercio minorista y el consumo (restaurantes, servicios de alimentación y hogares).
Los resultados del primer seguimiento de los niveles de desperdicio de alimentos en toda la UE realizado en 2020 servirán como referencia para evaluar el progreso. Puede considerarse un año de referencia anterior para los Estados miembros que presenten pruebas de las medidas adoptadas antes de 2020, y que el seguimiento confirme los progresos realizados.
Para fines de 2027, habrá una revisión formal del progreso realizado por los Estados miembros y la posibilidad de corregir el rumbo si la evidencia sugiere que la UE puede contribuir aún más hacia la ambición global, ha señalado el ejecutivo europeo.
El desperdicio de alimentos tiene un enorme impacto económico, social y ambiental. Casi 59 millones de toneladas de residuos alimentarios (131 kg/habitante) se generan en la UE cada año. Esto representa una pérdida estimada de 132.000 millones de euros. Se desperdicia alrededor del 10% de todos los alimentos suministrados a tiendas minoristas, restaurantes, servicios alimentarios (por ejemplo, comedores escolares y corporativos, hospitales, etc.) y hogares.