Bezoya continúa con su firme objetivo de impulsar la producción sostenible en el sector y reducir su huella de carbono. La marca, perteneciente a la empresa Pascual, ha anunciado que alcanzará la neutralidad en carbono en el año 2022 en todo su proceso de envasado, reduciendo al máximo todas sus emisiones y compensando aquellas que la tecnología actual no permita reducir.
Además, siguiendo esta misma línea de responsabilidad con el medioambiente, Bezoya ha cerrado 2021 cumpliendo uno de los objetivos clave de su programa Compromiso Bezoya: utilizar solamente plástico reciclado para sus botellas, que ya se componen exclusivamente de plástico rPET. Es decir, las botellas de Bezoya están hechas de otras botellas.
Bezoya reutilizó en 2021 alrededor de 7.000 toneladas de plástico, lo que equivale a unos 280 millones de botellas de agua de 1,5 litros. Gracias a su estrategia de circularidad, la marca evitó en 2021 la emisión de 26,2 millones de kilogramos de CO2 a la atmósfera, el equivalente al combustible empleado por más de 12. 682 coches estándar diésel durante un año o el consumo eléctrico usado por 25.900 hogares españoles.
Bezoya pretende seguir implementando los más estrictos criterios de sostenibilidad a lo largo de toda la cadena de valor, desde los entornos de origen del agua hasta la recogida y recuperación de los envases. En este sentido, la empresa ha anunciado la neutralidad en carbono para 2022. Esta neutralidad se consigue cuando se emite la misma cantidad de dióxido de carbono (CO2) a la atmósfera de la que se retira por distintas vías.
Para ello, en 2022 Bezoya reducirá y compensará sus emisiones de alcance 1 (emisiones directas generadas por el consumo de combustibles y de las recargas de refrigerantes) y de alcance 2 (emisiones indirectas procedentes de la electricidad comprada y utilizada en las plantas de envasado), logrando que este año sea el primero neutro en carbono para la marca.
Unas emisiones que Bezoya registra en la Oficina Española de Cambio Climático (OECC) desde 2013. Además, en el marco de su compromiso medioambiental, la marca de agua mineral natural de Pascual también ha conseguido utilizar energía eléctrica de generación 100% renovable y ha obtenido distintos certificados medioambientales. Entre ellos destacan el sello Residuo Cero de AENOR, que acredita que sus plantas no envían prácticamente ningún residuo (<1%) a vertedero, o el LEED Silver, que reconoce la sostenibilidad de su planta de envasado de Ortigosa del Monte.
Para Eliecer Hernández, director del Negocio de Aguas de Pascual, “después de lograr que todas nuestras botellas sean 100% rPET, seguimos avanzando en nuestro compromiso y nos marcamos un nuevo horizonte medioambiental, acelerando la llegada de la neutralidad en carbono para 2022. En la lucha contra el cambio climático no hay sitio para el conformismo, a cada avance que obtengamos le seguirán siempre nuevos retos y compromisos”.
Y no puede dejar de nombrarse su nuevo formato en caja 100% reciclable, el Bag in Box, que permite contar con una fuente de agua de ocho litros con todas las comodidades para el transporte, utilizando un 70% menos de plástico por cada litro de agua en comparación con la media del mercado.
También beneficiará al sector de la hostelería, pues cuenta con un tirador de barra que permite permite dispensar agua mineral natural en los propios establecimientos. El Bag in box también es la clave del nuevo concepto para la venta en máquinas expendedoras (vending), que permite servir el agua desde la propia máquina y elegir la cantidad y el recipiente que utiliza, reduciendo, el uso de envases de un solo uso.